Todo muy “a la marroquí”: en su
justa medida. Ya se barruntaba el sábado, pero a primera
hora de la mañana la noticia cayó como un jarro de agua fría
entre los concentrados en la tangerina Plaza de las
Naciones. Si las autoridades fueron taxativas en prohibir la
marcha de la “caravana” hacia la frontera española en Ceuta
(“Interdit, interdit”), dejaron sin embargo cierto espacio
de juego para que los frustrados asistentes (militantes de
la red ”Chabaka”, nutrida representación andaluza de APDHA,
representantes y miembros de varias asociaciones de
emigrantes subsaharianos establecidas en Marruecos y
solidarias Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna,
componentes de la Delegación Diocesana de Migraciones del
Arzobispado de Tánger) pudieran manifestar abiertamente sus
convicciones.
“No más muertes en la frontera”, “Ninguna persona es
ilegal”, “Libertad de Circulación”… fueron entre otras
algunas de las frases coreadas por los asistentes, una y
otra vez, en castellano y francés. Finalmente y a media
mañana los miembros del colectivo suramericano de teatro
“Irse”, ayudados por un emigrante subsahariano y dos jóvenes
marroquíes pudieron escenificar su obra, de marcado carácter
pacifista y a la que, como colofón de la misma, se sumaron
decenas de los solidarios espectadores.
Ya para acabar se dieron a conocer tres comunicados: uno de
recogida de firmas en protesta por el recorte de libertades,
presentado por la asociación “Chabaka”; otro en la misma
línea que fue leído en francés por el actual presidente del
Consejo de Emigrantes Subsaharianos en Marruecos, Constantin
Ibanda y, finalmente, un tercero emitido por la Delegación
de Migraciones de la Misión Católica, dependiente del
Arzobispado de Tánger, en el que se pide “luchar por un
mundo más humano y justo” y en el que se manifiesta “Nuestro
compromiso con estos empobrecidos de la tierra”, “nuestro
dolor por los fallecidos en los caminos de la emigración”,
“nuestra oposición al enfoque manifiestamente represivo y
policial (…), como si los emigrantes no fueran pobres sino
delincuentes”, llamando la atención “a los gobiernos español
y marroquí para que respeten las garantías legales y los
derechos fundamentales de las personas migrantes en su
territorio”.
En esta línea la responsable del Área de Sensibilización de
la Misión Católica, hermana Yolanda Moreno, en declaraciones
a ‘El Pueblo de Ceuta’ señalaba con énfasis que “Ninguna
persona es ilegal, ¿alguien puede razonablemente no afirmar
esto? Culturas del norte y del sur, religiones diversas,
todas las formas de situaciones difíciles, todos los colores
de tez, todas las edades, apoyando lo humano, cuidando lo
humano, reivindicando lo humano sobre lo que se fundamenta
todo lo trascendente: Dios, Allah, Yahveh”.
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