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OPINIÓN - SÁBADO, 5 DE OCTUBRE DE 2013

 

OPINIÓN / EL OASIS

Dando barzones por la ciudad
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Díganme quién a veces no necesita marcharse a dar vueltas por ahí. Andar vagando o dar idas venidas sin propósito determinado. Así que hoy, viernes, que es además cuando escribo, cogí el autobús de mi barrio, a las doce y media de la mañana, y me encajé en el centro de la ciudad con el fin de dar barzones.

Mi necesidad de sentirme libre de cualquier atadura acaba en el preciso momento en que un lector me aborda para decirme que lo es de cuanto escribo. En ese momento renuncio a mi deseo de pasar inadvertido. Y me entrego de lleno a escuchar atentamente las razones de quien se expresa así: “Sé que serán muchas las personas que te lo dicen, pero yo lo primero que hago cada mañana es leerte”.

Quien así se expresa es Jacobo Hachuel: portavoz de UPyD y articulista muy leído en la ciudad. Sucede, además, que yo no me acuerdo ya de cuando fue la última vez que habíamos hablado. Pero lo cierto es que, a partir de una entradilla tan estimulante para mí, la conversación transcurre por cauces agradables.

Tras despedirme de JH, me topo con Tarik Mizzian, sobrino del inolvidable Mustafa Mizzian, y secretario general del PDSC. Quien no tiene el menor empacho en ponerme al tanto de las relaciones que tiene Caballas con el alcalde. Relaciones de intereses particulares y que causan bochorno a cuantos deciden conocerlas. Me habla de colocaciones a dedo y de cuestiones más graves. Referentes a adjudicaciones de protección oficial. De aquella manera posible…

Coincido en un corrillo donde se habla, y mucho, de cómo nuestro alcalde habla del ‘caso Urbaser’ como si el asunto careciera de la más mínima importancia. Los contertulios llegan a la siguiente conclusión: Juan Vivas está dando más barquinazos que un beodo de cartones. Triste sino es que la gente no se corte ya lo más mínimo en poner en la picota a quien, hasta hace nada, tenía bien ganada fama de ser un mirlo blanco.

Nuestro alcalde es consciente de haber pasado de ser excepcional a mindundi. Situación que se ha ganado a pulso. Pero su desmedido orgullo no le permite retorcerle el cuello a los errores que ha cometido y los que sigue cometiendo. Que son muchos y graves.

Lo que digo no le gusta a Manolo Vega. Que está en su perfecto derecho de hacer de abogado defensor de nuestro alcalde. Con MV me he pasado hablando dos horas. Durante tanto tiempo, hemos podido charlar de tenis, de fútbol, de política y de todo lo habido y por haber. Sin que haya habido motivo alguno para la discordia. Así da gusto darle a la sinhueso. Manolo tiene gran talla como contertulio.

Darle a la lengua en una ciudad pequeña, donde todos nos conocemos, es ejercicio peligroso. Muy peligroso. Ya que en esta ciudad la endogamia está a la orden del día. Y, donde menos espera uno, salta la liebre de la venganza.

Las venganzas en esta tierra están a la orden del día. Así que no hay mejor medida que la de no relajarse lo más mínimo. De lo contrario, cualquiera puede verse en el hule del dolor con la femoral destrozada. Créanme que no exagero.

Por cierto, me han dado un soplo a última hora y que, por su trascendencia, no me atrevo a decir ni pío. No vaya a ser un macutazo para dejarme con el trasero al relente. Y uno, dada la edad a la que ha llegado, no está ya para sobresaltos.
 

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