El repunte de la inmigración clandestina que se ha vivido
a lo largo de este año en las dos ciudades autónomas, tanto
Ceuta como Melilla ha llevado a ambas delegaciones del
Gobierno a estudiar el refuerzo de los perímetros
fronterizos. En el caso de Ceuta, dicho refuerzo se llevaría
a cabo, según propone el delegado del Gobierno, Francisco
Antonio González Pérez, mediante la ampliación del espigón
del Tarajal. En el caso de Melilla, su delegado del
Gobierno, Abdelmalik El Barkani, anunció ayer de la reunión
que ha mantenido con el director general de la Guardia
Civil, con quien trató sobre la posibilidad de instalar una
“malla antitrepa”.
Ante el repunte de la inmigración clandestina que se ha
vivido a lo largo de este año en las dos ciudades autónomas,
tanto Ceuta como Melilla estudian el refuerzo de sus
perímetros. En el caso de Ceuta y tras varias llegadas
masivas en agosto, el delegado del Gobierno, Francisco
Antonio González, explicó que a su modo de ver “habría que
ir pensando en un futuro no muy lejano en la ampliación del
espigón fronterizo”. La primera vez que el delegado habló de
este proyecto, que había puesto ya, dijo, “sobre la mesa” en
algunas reuniones mantenidas con responsables de Interior en
Madrid, fue el pasado 2 de septiembre con motivo de la
llegada a Ceuta de un grupo de 33 subsaharianos a nado. Para
el delegado, dicho espigón es “un flanco débil” del
perímetro fronterizo, pues “en marea baja prácticamente sin
que el agua les llegue al pecho pueden pasar, no hace falta
ni que naden”.
Por su parte, los técnicos de la Dirección General de la
Guardia Civil están analizando los cambios que deben
realizarse en la valla de Melilla para mejorar su eficacia y
evitar la entrada masiva de inmigrantes a la ciudad
autónoma, como las que se vienen registrando en los últimos
meses.
En declaraciones a los periodistas recogidas ayer por Efe,
el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani,
informó de la reunión que mantuvo el lunes con el director
general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández Mesa, en la
que se analizó la necesidad de llevar a cabo modificaciones
en el perímetro. Según El Barkani, de momento se están
analizando las posibilidades para mejorar la idoneidad del
sistema antintrusión, así como cuándo se llevarían a cabo
dichas medidas.
El delegado ha señalado que una de las posibilidades que se
barajan es la colocación de una «malla antitrepa» que
dificulte la escalada de los inmigrantes. En cuanto a la
funcionalidad de la sirga, elemento instalado tras las
avalanchas de 2005 y que ha sido cuestionado por ayudar a
los subsaharianos en su objetivo de acceder a territorio
español, ha asegurado que, por el momento, no se ha decidido
cuál será su destino, si se retirará o se dejará con alguna
modificación.
Entre las modificaciones posibles está un cambio en la parte
superior, los fuelles que inicialmente se colocaron para
dificultar el salto, pero que actualmente sirven para que
los inmigrantes puedan pasar de una valla a otra, de la
interior a la exterior, con mayor facilidad.
Sobre la posibilidad de poder instalar de nuevo la
concertina, el alambre que coronaba las vallas y que fue
retirado para evitar lesiones, El Barkani ha dicho que «no
le ve inconveniente», máxime cuando se encontraba a seis
metros de altura, pero ha manifestado que la decisión no le
corresponde a él.
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