La concentración que ayer promovió
la ONG “Policía Solidaria” en favor de los enfermos de
cáncer es una manifestación pública de sensibilidad hacia
una patología que sufren un buen número de personas y que,
por fortuna, cada vez son más quienes salvan la vida. Algo
que resultaba impensable hace años y que prácticamente
suponía al ser detectada una sentencia de muerte ahora,
gracias a los avances científicos, los porcentajes de
supervivencia son altos aunque aún nos queda ese gran
respeto para quienes ejercen un sentido de superación
constante por vencer la enfermedad. Y precisamente a esos, a
los enfermos oncológicos, iba ayer dedicada la concentración
que tuvo lugar en la Plaza de la Constitución, donde muchos
ceutíes se colocaron el pañuelo verde a la cabeza en señal
de solidaridad con ellos.
Una asociación profesional como la Policía Nacional lideró
ayer un movimiento solidario de marcado sentido humanitario
que atrajo a un buen número de ceutíes. Una concentración de
apoyo que es también una llamada a los corazones que
comparten sufrimientos y que se identifican con quienes
sufren, a veces, en silencio, sus miedos, sus penas, sus
incertidumbres. Esta dosis de ánimo, tal muestra de apoyo,
el ímpetu de quienes tienen fuerzas para transmitir ilusión,
supone una muy buena medicina de sentimientos y solidaridad
para quienes no pueden desfallecer en su lucha por la vida.
La concentración de ayer, llevó con su simbolismo, una
bocanada de aire fresco a los sentimientos y los corazones
de quienes luchan contra el cáncer. Y esta muestra de
solidaridad es el mejor bálsamo para animarles a seguir
luchando. El pañuelo verde esperanza es el símbolo de un
estímulo que no se olvida.
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