La prevención es la clave para poder evitar padecer
enfermedades cardiovasculares tan comunes como el infarto o
el ictus. Patologías que no afectan solamente a personas de
avanzada edad y que, cada vez, son más comunes entre
ciudadanos de 20, 30 o 40 años y así lo explica el director
de Enfermería de Primaria del Ingesa en Ceuta, Ángel
González.
Pequeños gestos pueden ayudar a protegerse frente a estas
patologías y así se dio a conocer ayer, con motivo del Día
Mundial del Corazón, en mesas informativas que el Ingesa
instaló en los tres centros de salud. El objetivo de esta
campaña era informar sobre las medidas de prevención que
cada persona, de forma cotidiana, puede llevar a cabo para
evitar una enfermedad cardiovascular. Hacer deporte, seguir
una dieta mediterránea que no sea rica en grasas, evitar
factores de riesgo como fumar, beber alcohol en exceso y
controlar ciertas cuestiones como los niveles de colesterol
en sangre, la obesidad, o la tensión arterial, son las
recomendaciones que da el Ingesa.
“Desde Atención Primaria estamos luchando, no solo por
concienciar a los ciudadanos, sino para que las nuevas
generaciones conozcan desde el colegio qué te puede
ocurrir”, señalaba ayer González. Por ello, se está
trabajando en educación sanitaria en los colegios para
enseñar a los niños que “una dieta equilibrada y evitar la
obesidad, así como hacer ejercicio, son cuestiones que a
largo plazo nos benefician”. Y es que, cada vez se ven más
patologías cardiovasculares, como ictus, en personas de
mediana edad, una franja en la que en teoría no deberían
registrarse demasiados casos de este tipo de dolencias,
según apuntaba González.
Revisiones periódicas
El director de Enfermería explicaba que lo habitual es que
los ciudadanos empiecen a acudir al médico cuando rondan los
cincuenta años pero advierte que la tensión arterial o el
colesterol los pueden haber estado minando desde mucho
antes. Por eso, anima a los ceutíes a realizarse revisiones
periódicas, que son una medida de control fundamental. “En
los centros se realiza una analítica base, control de
tensión, control de masa corporal, y te detectan qué
problemas puedes tener y cómo atajarlos”, matizaba González
para añadir que si de la revisión cotidiana se desprende,
por ejemplo, que los niveles tensionales están por encima de
lo normal, se empiezan a tomar medidas como no abusar de la
sal, o si el índice de masa corporal del paciente es
superior a 30, se le recomienda perder peso. Medidas, todas
ellas, a evitar problemas cardiovasculares y sus secuelas.
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