El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez,
apeló en su discurso con motivo de la festividad del patrón
de la Policía Nacional a la necesidad de una revalorización
y revitalización de los lazos entre la policía y la
comunidad a la que sirve. De este modo la contribución de
todos hará más fácil la consecución de nuestros objetivos.
El acto se celebró en el auditorio del Revellín y estuvo
presidido por González Pérez, que en la mesa presidencial
estuvo acompañado por el jefe superior de la Policía
Nacional, Alfonso Sánchez Núñez, el presidente de la Ciudad,
Juan Vivas, el Fiscal Jefe de Ceuta, José Ñuis Puertas
Martí, el Magistrado Juez Decano, Antonio Severo Castro, y
el jefe de la Unidad de Coordinación Operativa Territorial
de la Jefatura, Jaime de Castelví.
González Pérez arrancó su intervención felicitando a todos
los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, y a todo el
personal que de una manera u otra trabaja en este ámbito con
el único objetivo de hacer “que nuestra vida, el devenir
cotidiano de cada día , sea cada vez mas seguro y por lo
tanto cada vez mejor”.
A nadie se le escapa, dijo, que, para todas las personas de
bien, la Policía, es un Cuerpo querido, altamente valorado y
muy respetado por los ciudadanos españoles.
La seguridad es una aspiración individual y social, a juicio
del delegado, para el que es un hecho indiscutible hoy que
el enfoque sobre la seguridad y las formas de alcanzarla
está en directa relación con la democracia y que la
seguridad tiene como finalidad ultima servir a la misión del
Estado.
“La seguridad es hoy un bien público, una condición
fundamental que toda democracia debe garantizar”, dijo, y su
búsqueda se asocia a la necesidad de una visión integral de
la realidad. Y su materialización acontece en un escenario
cada vez con mayor exigencia y donde la manera de reducir
los riesgos y los peligros es parte de un paradigma
sociopolítico y un objetivo que nos demandan los ciudadanos.
Un bien y una aspiración
Puede decirse pues que la seguridad ciudadana es un “bien”
una “aspiración” y también un objetivo irrenunciable, en
cuya consecución “debemos implicarnos todos y cada uno de
nosotros”, y que tiene como misión garantizar el
mantenimiento de la tranquilidad pública y el respeto a la
ley para su cumplimiento, proteger y respetar las libertades
y derechos fundamentales del individuo consagrados en
nuestra Carta Magna, prevenir y combatir la delincuencia y
facilitar asistencia y servicios a la población, cuestiones
que no son tareas fáciles, dijo, “más bien todo lo
contrario.
La función policial en democracia esta vinculada al “buen
gobierno”, supone compromiso y vocación social y requiere
tanto de la cercanía con la población como de la
colaboración de la comunidad, cuestión a revitalizar y
revalorizar
Así pues la función policial debe ser objeto de apoyo
social, aspecto este imprescindible si queremos que nuestra
Policía sea cada vez más efectiva, si cabe Alcanzar mayores
niveles de seguridad es tarea de todos.
El delegado pasó a criticar algunas actuaciones de personas,
que ante determinadas aciones policiales “a muchos nos ha
llamado poderosamente la atención las críticas ante
puntuales operaciones que se han desarrollado en
determinados ámbitos de nuestra ciudad. A veces el silencio
se contradice con las exigencias de seguridad y las
críticas, sin una argumentación razonada, de poco sirven y
estimulan a los agentes el Cuerpo.
“No se puede estar reclamando seguridad y a la vez
contribuir a lo contrario, amparando y a veces incluso
justificando, con silencios explícitos a quienes protegen y
amparan a los delincuentes. Me estoy refiriendo a acciones
de ciudadanos impidiendo detenciones y propiciando la huida
de quienes iban a ser detenidos”, manifestó.
El delegado, a renglón seguido, apeló a la necesidad de una
revalorización y revitalización de los lazos entre la
policía y la comunidad a la que sirve. De este modo la
contribución de todos hará más fácil la consecución de
nuestros objetivos. Pero es que además, la seguridad también
contribuye a crear un entorno más favorable para la
recuperación económica, y en consecuencia para el bienestar
de todos los ciudadanos.
En una sociedad moderna, como es la nuestra, surgen
determinadas amenazas que quieren romper la convivencia
pacífica y que se erigen en los principales retos que hoy
tiene la Policía, entre los más destacados se encuentran:
El terrorismo yihadista, el control de los radicalismos
violentos, la persecución del crimen organizado y la lucha
contra la inmigración irregular. Que es prioridad, no solo
por el control de nuestras fronteras sino para la
persecución de aquellos que explotan sexual y laboralmente a
los seres humanos, los que comercian con la desgracia de
miles de personas cuyas condiciones de vida son muy
dramáticas y la globalización de Internet, que ha borrado
fronteras y ha generado nuevas formas delictivas.
Clara apuesta para mejorar
En este campo la Policía esta siendo un referente, con su
clara apuesta por mejorar el modelo de inteligencia e
investigación.
El delegado evidenció que se seguirá perseverando en la
colaboración entre distintos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad
del Estado, tanto nacionales como internacionales,
“estrategia que ha dado buenos resultados y que trataremos
de mejorar”, hizo patente.
Recuerdo a los que no están
El delegado del Gobierno tuvo un emocionado recuerdo para
todos aquellos policías que han fallecido en acto de
servicio; “a aquellos que pagaron con su vida la defensa de
nuestra Patria, si han oído bien, Patria, porque hacer
patria también es garantizar la seguridad de los españoles,
su entrega, hasta sus últimas consecuencias, y su valor, es
un hecho que nos conmueve profundamente. Nuestra gratitud y
afecto para sus familiares y amigos”.
“No quiero terminar sin felicitar a los condecorados este
año, distinciones que suponen un reconocimiento al trabajo
bien hecho y que pretenden premiar la ilusión, el compromiso
y la profesionalidad de los agentes”, dijo.
El delegado del Gobiernoen Ceuta concluyó con las proclamas
de ¡Viva el Cuerpo Nacional de Policía! ¡Viva España! y
¡Viva el Rey!
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