La Organización Mundial del
Turismo (OMT) desde 1980, celebra el Día Mundial del Turismo
cada 27 de septiembre. Fecha que coincide en España, con la
finalización de la etapa estival turística. Por lo tanto,
creo que el principal objetivo, de los políticos que se
sacaron de la manga esa efeméride, fue fomentar y promover
que, los ciudadanos del planeta, se desplacen de un lugar
hacia otro, hasta en épocas invernales, con objeto de que se
mueva la economía, mientras se instruyen acerca de los
valores sociales, culturales, artísticos de los lugares que
visiten.
Viajar, lo hacen las personas que su poder adquisitivo se lo
permite, así como de forma oficial toda la clase política
estatal española, y los del resto de los países en el nivel
que cada cual se mueva, con objeto de unir puentes
culturales, históricos y comerciales entre sus diferentes
localidades o países, en ese mercadeo que se montan,
viajando en clases preferentes o en jets… oficiales o
privados, como puede ser el caso del presidente del Gobierno
español Mariano Rajoy y un sinfín de políticos.
Siendo lógico, que en esos viajes oficiales, no desembolsen
dinero alguno de sus bolsillos para hacer frente a los
gastos, pero sí en los que realicen de forma privada; aunque
a veces, hay más de un tío vivo que se pasa de rosca; no
creyendo, que sea el caso del Rey de España, que es nuestro
primer embajador turista comercial.
No extrañándome que lo sea, pero la edad y los excesos no
perdonan, y ahora ya no está para hacer turismo
internacional, y menos, llevando como acompañante en su
delegación a la princesa Corinna, ni tampoco a nivel
nacional con el INSERSO cuando abdique, al estar más cascado
que las maracas de Machín; habiendo tenido que ser operado,
de nuevo, esta semana de una cadera, no como uno más de los
pacientes españoles, tras estar inscrito en una rigurosa
lista de espera, para ser intervenido por los cirujanos que
le correspondan según la Sanidad Pública.
Sino en una clínica privada y por cirujanos traídos
concretamente de EEUU; demostrándose en España, una vez más,
que con él y con muchos privilegiados de la política y
adosados…, se vulnera la igualdad que promulga la
Constitución, al no ser él un turista ni un españolito más,
como tampoco lo son su hija Cristina y su yerno Urdangarín,
los que a pesar de la posible nebulosa judicial que les
envuelve, por el presunto caso ratero del Instituto Nóos,
los han mandado a hacer ‘turismo’ una temporada a Ginebra.
Habiendo calado hondo, ese proceder, en la población honrada
y contribuyente española; de igual forma, que caló mal
también, el viaje turístico que realizó el Rey hace unas
temporadas a Botsuana para cazar elefantes, mientras la
población española se desangraba hambrienta ante tantas
penurias y recortes sociales…
La cuestión es que, a lo largo de los siglos, siempre
existieron turistas, que se desplazaban de un lugar hacia
otro, utilizando los medios de locomoción por tierra, mar o
aire que existían, como ‘el coche de San Fernando’ (un
ratito a pie y otro andando), que es el utilizado por los
tiesos y por mí durándome las alpargatas de esparto una
caminata, y después continuaba descalzo.
Estimado lector, en estos momentos, siendo las 17,00 horas,
del viernes 27 de septiembre (Día Mundial del Turismo),
cuando me encuentro creando esta tribuna de opinión, me
acuerdo de unos ‘turistas’ muy especiales que llegaron a
Algeciras, como es el caso de los opresores Alfonso XI y
Almanzor; a los que los lumbreras oficialistas de la cultura
y política algecireña, enaltecieron colocándoles monumentos;
cuando lo más ecuánime hubiera sido, que años después de ser
inaugurados con toda la pomposidad, los hubieran hecho añico
fundiéndolos, como hicieron con las estatuas ecuestres del
fascista dictador general Franco; porque es una desfachatez
que se siga glorificando a esos dos tiranos, a pesar del
daño que le hicieron al pueblo y al-Andalus.
Por estas fechas, otros ‘turistas’ de la clase política, ya
no podrán viajar desde Algeciras a Ceuta o viceversa, en la
línea aérea de helicópteros que montaron los sociatas del
PSOE, con la presunta intención de no mezclarse con los
trabajadores…, que anualmente hacen el Paso del Estrecho
desde Europa a África.
Pero el que sí va a viajar a Corea del Sur, es el alcalde de
Algeciras, José Ignacio Landaluce, para exportar la cultura
algecireña y la comercial de los contenedores del puerto. Y
como el viaje es de muchas horas de vuelo; espero, que tanto
a él como a la comitiva que le acompañe, les preparen
suculentas bolsas de viaje, en las que no deben faltar
bocatas de chorizo y de tortillas españolas, así como
figuritas de toros y de gitanas, para que las coloquen los
coreanos encima de sus muebles o televisores.
|