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OPINIÓN - VIERNES, 27 DE SEPTIEMBRE DE 2013

 

OPINIÓN / EL OASIS

Los políticos son como niños
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Los políticos que no son capaces de mantener en público la compostura deberían ser rápidamente amonestados por quien proceda. De no ser así, uno termina pensando que están cumpliendo la misión de voceros encomendada por quien tiene autoridad suficiente para hacerlo.

Si te dedicas a la política y no sabes, en cuanto entras en un establecimiento, quién te está oyendo hablar contra alguien o contra algo, con voz de trueno, para presumir de indignación poderosa, lo mejor que debes hacer es dejar la política activa y volver a tu empleo o a tus negocios, si acaso eres empresario. De no hacerlo, uno puede llegar a creer que el político habla por boca de ganso. La del jefe de la cosa a quien le debe sumisión.

Yo no me atrevería a decir que la política es un cobijo de incompetentes. Pero Jesús Gil no dudó en proclamar que él no los tendría ni de botones en su empresa. Del GIL y de su paso por esta ciudad mejor no hablar. No vaya a ser que los haya que decidan hacerme vudú. Y es que nunca me he cansado de airear que los políticos vapuleados son como boxeadores golpeados: el doble de peligroso. La frase no sé si la he leído o es que hoy estoy con la imaginación en su punto culminante.

Quien posiblemente tenía la imaginación hecha unos zorros y la lengua desatada, a principios de esta semana, fue un político perteneciente al gobierno local. De lo contrario no se habría atrevido a decir a voz en cuello lo que él haría si pudiera contra este periódico. Y se quedó tan pancho.

Se quedó mirando a su alrededor para comprobar si los que estaban en el local se habían enterado de su bravata. Antes, había echado mano de un ejemplar nuestro, y tras hojearlo con cara de asco, se lamentó de que todavía ‘El Pueblo de Ceuta’ estuviera recibiendo publicidad institucional.

Cuando me lo contaron, estando yo participando en un corrillo que se había formado en la celebración de una fiesta, lo primero que se me ocurrió decir es que los políticos son como niños. Y en cuanto no les baila el agua, o les regala el oído, se desatinan, pierden el oremus, y hasta son capaces de decir un sinfín de tonterías a paso de legionario.

Sí, ya sé que no es justo generalizar. Pues bien, no todos los políticos son como el que parece ser que dijo que si por él fuera este periódico se quedaba sin publicidad institucional. Y más cosas que son de trazo grueso y que no vienen al caso exponerlas. Verdad es que no es la primera vez que un miembro del gobierno local brama contra este medio. Claro que no. Pero aquella metedura de pata ya tuvo su respuesta en su momento. Porque hay momentos para cada cosa… Y ahora no creo que sea el más oportuno para salir en tromba contra alguien a quien se le ha calentado la boca y ha dicho lo que siente en sitio inapropiado y se ha puesto en ridículo, además.

Es más, pronunciándose el político de marras, de tal guisa, no ha hecho sino descubrirse. Desnudarse en público. Propalar su fobia contra este medio. Lo cual más que perjudicar a esta Casa lo que ha hecho, bien visto, es poner en guardia a quienes han de velar por los intereses de la empresa.

De cualquier manera, porque uno lo que quiere es ser justo, a mí me agradaría preguntarle a Premi Mirchandani, consejero de Juventud, Deporte Turismo y Festejos, si él ha sido capaz de cometer tamaño absurdo. Absurdo que yo he puesto en cuarentena.
 

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