Buenos días, Ceuta.
Este artículo lo escribí el 22 de julio de 2013 y por una
serie de circunstancias lo dejé olvidado en la maraña de
archivos de mi PC.
Como es una cosa que deseo dejar impresa, ahí va.
Fuengirola está espléndida, sus playas concurridas y el
cielo tranquilo.
Una noticia, que no me extraña en absoluto, revuelve los
cimientos que sustentan el cuerpo técnico del F. C.
Barcelona: Tito Vilanova abandona.
El presidente del Barça lo anunció. La incompatibilidad de
un severo tratamiento contra el cáncer con la profesión de
entrenador es obvia.
La valentía de Tito a tocado innumerables fibras sensibles y
eso le hace merecedor de nuestro reconocimiento a su labor,
esforzada y aguantando el tipo.
El ataque mediático de Guardiola no tiene nada que ver con
este asunto, aunque los maledicentes se empeñen que los
tiros salen de ahí.
Por experiencia sé que es muy duro mantener un tren de vida
que consume mucho, tanto en lo intelectual como en lo
físico, y que no da rienda suelta al deseo de mantenerse en
lo que se hace, en el caso de Tito la dirección del equipo
técnico y del deportivo.
Ya quisiera yo tener esas ganas que tiene Tito de trabajar,
llevo un tiempo que no me dedico a escribir mis Notas en la
prensa.
Te deseo mucha suerte, Tito, a pesar de que el cáncer se
resista las grandes victorias vienen después de los más
duros partidos y el tuyo, como el mío, es un duro y gran
partido que confiamos ganar. No nos desgastemos inútilmente,
lo primero es lo primero.
Este partido lo hemos de ganar, sí o sí.
Otro cáncer, también más vigente y no menos prioritario, es
el que conforma nuestros políticos.
Un cáncer que corroe la democracia lentamente, como el mío,
con escándalos que van y vienen como Pedro por su casa.
Que si Rajoy, que si Cospedal, que si… ¡Vamos!, todos están
dando imágenes de sinvergüenzas y así quedará la marca
España ahora y para siempre.
De verdad que no entiendo la postura del presidente del
Gobierno.
Por lógica y para acallar o tranquilizar todo el
batiburrillo, debería hacer acto de presencia y declarar que
es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Cosa que no
ocurre para la mayoría de los ciudadanos sin poder
adquisitivo ni ejecutivo, que aunque se declaren inocentes
posan su culo en los fríos suelos de las celdas.
Por favor, Mariano Rajoy, nuestro país no es tuyo y por esa
sencilla alusión, no puedes hacer lo que te venga en ganas.
Sé hombre y planta cara ante todos los ciudadanos.
Demuéstranos que eres un responsable presidente de Gobierno
y da la cara, hombre, que pareces una comadreja que solo
sale cuando hay comida.
En cuanto a Dolores Cospedal, ya anda por la cuerda floja de
la sinrazón desde que empezó el trabalenguas de los
finiquitos diferidos.
Que la Justicia es igual para todos es un camelo.
Si la Justicia fuera igual para todos ya se habría extirpado
este cáncer hace tiempo comenzando, desde luego, con la
descalificación del PP como partido por incumplir sus
promesas electorales y por eso, sólo por eso, debería ser
declarado culpable por falsedad documental pública.
Esta Justicia, capaz de meter en la cárcel a personas sin
haber celebrado juicios previos no es tal Justicia… para
condenar a uno ha de demostrar que es merecedor de esa
condena y entonces enchironarlo, nunca antes.
No se puede condenar de antemano, ni siquiera embargar sus
bienes sin haber demostrado que ha cometido delito alguno.
Lo demás son gaitas al viento.
|