El Sindicato de Enfermería, SATSE, rechazó ayer el copago
de ciertos fármacos que se dispensan en los hospitales de
forma ambulatoria, al entender, entre otras cosas, que es
una medida “injusta, poco útil y que puede repercutir
negativamente en el proceso de cuidado y tratamiento de los
pacientes afectados”.
El Sindicato de Enfermería, SATSE, rechazó ayer el copago de
ciertos fármacos que se dispensan en los hospitales de forma
ambulatoria, al entender que se trata de una medida
“injusta, poco útil y que puede repercutir negativamente en
el proceso de cuidado y tratamiento de los pacientes
afectados”. El sindicato entiende que cobrar por estos
fármacos para enfermedades como el cáncer, la esclerosis
múltiple o la hepatitis C, “no va a cumplir ninguno de los
dos principales objetivos que se le supone, el recaudatorio
y el de racionalización en su uso”. En un comunicado de
prensa, SATSE apunta que la recaudación que se va a obtener
es “inapreciable en el total del presupuesto sanitario y,
además, este tipo de fármacos ya tienen una serie de
controles muy estrictos que impiden el abuso”.
Sin tratamiento
Esta medida representa a juicio de SATSE, “una nueva barrera
que dificultará el acceso a medicamentos necesarios a los
sectores de la población con menos recursos económicos”, lo
que, según advierte el sindicato, puede provocar que las
personas que no puedan afrontar ese gasto opten por no
continuar el tratamiento”. De ser así, su problema puede
“agravarse”, asegura el sindicato, “con la consiguiente
repercusión negativa en su salud, además de mayores gastos
para el sistema sanitario por las complicaciones que
pudieran originarse y requerir un tratamiento más largo, más
medicamentos o más técnicas”.
El sindicato ha recordado que siempre se ha mostrado
contrario a cualquier fórmula de copago en el ámbito
sanitario, al entender que los usuarios del Sistema Nacional
de Salud “ya pagan por los servicios que reciben, a través
de sus impuestos, y que existen distintas alternativas que
mejorarían la situación de nuestra Sanidad sin tener que
recurrir a cobrar más dinero a los ciudadanos cuando reciben
la prestación sanitaria”.
La organización sindical apunta que, mientras la Sanidad
pública se financia por impuestos en función de la renta de
cada persona y es accesible a todos por igual, el copago
pretende hacerlo “a través de los propios enfermos, pagando
cada uno lo que consume”.
El Sindicato de Enfermería señala por último que el copago
“presupone que si el paciente no paga, va a abusar, pero la
mayor parte de las personas no van al hospital o a su centro
de salud por capricho”. “Nadie elige la gravedad de su
enfermedad, y normalmente, hay un diagnóstico y un
tratamiento prescrito por los profesionales”, concluyen
desde SATSE.
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