Buenos días, Ceuta.
Me preocupó la propuesta del coordinador de IU para que
nuestro anciano y depauperado rey vaya a una clínica
pública.
Hacer descender de categoría a todo un rey no entra en los
cálculos del más intransigente demócrata, menos aún si
nuestro rey representa el simbolismo del país.
A pesar de algunos desvaríos sin importancia.
De todas formas, estoy totalmente de acuerdo con Eduard
Punset y su exclamación “Es un escándalo ver la ausencia de
jóvenes en puestos de responsabilidad. Y en política, un
escándalo”
El príncipe heredero ya no es joven.
El rey ya no puede sostener su baluarte.
Un ser más inteligente se habría retirado ya, porque las
imágenes que ofrecen son perjudiciales para su propio perfil
y el del país.
¿Nuestro rey tiene reconocimiento de discapacidad, por lo
menos superior al 33% e inferior al 65%?, si fuera superior
al 65% tendría derecho a las ayudas por dependencia. ¿No?,
entonces afirmo que todos los españoles no somos iguales
ante la ley, como aseguraba el propio rey.
Estamos dando espectáculos gratuitos con gente de edad tan
avanzada, como afirma Punset.
Por otro lado… ¿Qué tiene que ver que Ángela Merkel haya
ganado las elecciones con confirmar las políticas del PP?
No estoy de acuerdo, en absoluto, con la afirmación de del
PP de que “tiene una excelente relación de partido con la
CDU alemana… creo que debería matizar y expresar que esa
relación es puro servilismo, tanto más cuando Ángela Merkel
es la presidenta del PP europeo.
En lo más crudo del proceso del llamado ‘caso Bárcenas’,
nuestro presidente se escaquea dejando solo al PP frente a
Luis Bárcenas.
Lamentable imagen de avestruz de cara al público.
En vez de enfrentarse, de una vez por todas, prefiere seguir
cargando marrón tras marrón en su ánfora conservadora. Pero
lo de marrón yo lo llamaría mierda.
A pesar de todo, le deseo suerte en sus viajes a los Estados
Unidos, Kazajistán y Japón, ¿por qué en ese orden? y no se
va más lejos porque más allá sólo hay océano.
A pesar de que muchos querrían que te perdieras por el Cañón
Charyn de Kazajistán, con sus 150 a 300 metros de
profundidad y 80 km de largo.
Por lo que veo, prefiere explicar las mejoras conseguidas
por su partido, el PP, a gente extranjera en vez de tratar
de convencer a sus propios ciudadanos. Al parecer, estos no
merecen explicaciones de ninguna clase ¿sí?
Muy buena, Mariano Rajoy, te vas durante varios días,
dejando a la ‘cara de porcelana’ y compañeros enfrentarse a
las divagaciones de los grupos mediáticos, pendientes del
estado de salud del rey, de la travesura política catalana,
del problemático ‘caso Bárcenas’ y… no sigo contando más
porque se sobreentiende la dimensión de los problemas que
mantienen en vilo a los peperos.
Una pregunta retórica, Mariano Rajoy… ¿Qué tiene de
interesante un país como Kazajistán? y no hablo del plano
turístico. Un país situado, en su mayor parte, en el Asia
central y una pequeñita en Europa y que está considerado
como el noveno con la extensión más grande del mundo e
islamista en tres cuartas partes de su población.
Como no sea para importar grandes cantidades de potasio y
petróleo químico, no veo que harás en un país con 131
nacionalidades distintas.
Tal vez querrás implantar, Mariano Rajoy, cientos de miles
de cédulas fotoeléctricas con las que vigilar a los
catalanes o, con el nitrato, ingentes cantidades de pólvora
con la que proveer a los legionarios que, según cierto
siniestro personaje, están preparados para intervenir en
Catalunya, o con el cloruro para promover paros cardíacos y
ahorrar en pensiones esos 33.000 millones de euros (el
cloruro de potasio se utiliza en las inyecciones letales,
para que lo sepan, aunque con el peróxido amplíe la
capacidad de respiración autónoma de bomberos. De nada)
Pero quiero pensar que lo del nitrato, junto con el cromato
y dicromato, querrás destinarlo a la producción de ingente
cantidad de pirotecnia con la que celebrar tu próxima y
supuesta reelección o destinarlo a fiestas de cumpleaños.
Aunque yo, humilde y acomplejado, utilizo el cloruro y el
nitrato como fertilizantes de las plantas de mi terraza.
¡Uf!, que paliza me he ‘pegao’ escribiendo esto, me recuerda
mis clases escolares.
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