Es lo que parece que predomina, en
ciertos sectores del catalanismo, que para “tapar” otras
cosas, están echando un tupido velo a la verdadera situación
de Cataluña hoy. Son los aires de soberanismo.
Aquí, en Cataluña quiero decir, desde la época del
tripartito, parece que todos quieren “tocar pelo” a costa de
proponer una Cataluña independiente.
Nadie, en la calle, especialmente en Cataluña, termina de
comprender el ritmo y el destino que se proponen, pero
cualquier politiquillo, aunque sólo sea de los de “medio
pelo”, habla de la independencia como si eso fuera la
panacea de la política catalana para el futuro..
Cada día sale uno, aunque sea de corrientes diferentes a las
del que salió el día anterior, y a las constantes y
continuas comparecencias de Mas ( el político más dañino
para el Estado español), ahora se une Oriol Junqueras, con
una sentencia que ya se debiera haber cortado desde el
propio Gobierno del País. Dice el ínclito Junqueras:”Sólo
habrá elecciones cuando culmine el proceso soberanista”. Y
se queda tan pancho, pero lo que es peor, me preocupa mucho
más, es que haya oídos sordos, o que miren para otro lado,
los que tienen que mantener a ultranza la unidad del país.
Y lo que no puede comprender nadie, nada más que los propios
interesados del catalanismo, es que el propio Junqueras
rechace la propuesta de que se haga un referéndum a nivel de
todo el Estado español.
¿Y qué más?. Lo primero que debiera haber recibido es la
idea de que todos los gastos que ocasionen esas
manifestaciones y algaradas que van proponiendo ellos, que
sean sufragadas por ellos mismos, no por todos los que
estamos contribuyendo en el Estado español.
España, el estado español, les está sirviendo a estos
personajes para cubrirles sus gustos, sus necesidades,
mientras ellos tratan de reírse de todos los demás.
El presidente de ERC lo da todo por hecho ya, no sé si
porque es demasiado optimista, demasiado cara dura, o porque
se ha dado cuenta de que , desde las alturas del Gobierno de
la Nación, no se toman o no se van a tomar todas las medidas
necesarias para cortar esto de una vez.
Y que el síndrome de la soberanía se ha instalado en
Cataluña, en una parte de ella, se demuestra desde el hecho
de que dos formaciones tan lejanas, aparentemente, una de la
otra, en otros tiempos, como CiU y ERC vayan de la mano en
la gobernabilidad de Cataluña, a través de un pacto de
legislatura.
Unos y otros, parece que, no quieren dibujar otros
escenarios más que los comicios plebiscitarios, propugnados
por Arturo Mas.
Y como saben que “España no se quiere dividir”, Junqueras ha
rechazado la propuesta de que se haga un referéndum a nivel
de todo el Estado español, para decidir sobre la voluntad de
la separación o no de Cataluña.
Los catalanes, está claro, muchos de ellos se pasan por la
entrepierna las advertencias de España, de la Comunidad
Europea y del Parlamento de Europa, en el sentido de que una
Cataluña independiente saldría de la UE.
Así están hoy las cosas y así las llevan y las interpretan
ellos, desde sus posiciones soberanistas.
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