Los contactos mantenidos por la
delegación socialista en Bruselas con el vicepresidente de
la Comisión Europea, Joaquín Almunia, ha puesto de relieve
que un contacto cercano, persistente y constante de las
reivindicaciones ceutíes, es fundamental para lograr
nuestros objetivos. También, que no todas las ayudas son
provenientes de las partidas regionalizadas, de las que
afectan a los territorios, sino que hay más horizontes, a
tenor de los proyectos que se presenten y que hay que abrir
la visión europeísta a otros frentes.
El logro del marco estable para Ceuta como ciudad fronteriza
alejada de Europa o las singularidades que nos son propia,
en palabras de Joaquín Almunia, es un objetivo difícil pero
posible si se trabaja, por lo que recomendó, insistencia y
constancia. Y para ello, se requiere, a tenor de la
experiencia, proyectos adecuados y contactos directos para
aprovechar las enormes posibilidades que ofrece Europa, ya
que el 98% de las decisiones de carácter legislativo que
afectan a nuestra vida cotidiana, tiene allí su foco de
atención y decisión.
Se requiere una actitud proactiva, con iniciativa, no a la
espera de que nos llegue nada que no busquemos, dejar la
pasividad y pasar a la acción, no ser meros receptores de
las ayudas y movernos con inquietud y decisión por lograr
nuestros objetivos.
Si bueno es contar con referentes políticos en Europa,
parece que también lo es el disponer de una oficina
permanente allí y aprovechar las posibilidades que ofrece
Bruselas para obtener las ventajas que proporciona un
perfecto conocimiento de las posibilidades de este centro
neurálgico de la vida política, económica y europeísta.
José Antonio Carracao considera que el Gobierno de la Ciudad
no ha sabido aprovechar las posibilidades que ofrece Europa.
Y la cuestión es trabajar todos juntos para lograrlo, por el
interés general de la Ceuta que nos ha de doler a todos. Un
desarrollo por el que se trabaja desde distintos frentes y
que ha de ser el objetivo prioritario por encima de
partidismo y recelos.
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