Dicen que en política, y en el desgobierno de Juan Vivas, no
hay dos sin tres, porque los escándalos se suceden unos tras
otros. Si todavía no ha terminado el proceso penal del
famoso “caso Urbaser” que ha conseguido que nuestro siempre
eterno presidente, se saliera de tono en el pleno pasado,
acusando a todo ser viviente de querer echarlo de la
Alcaldía, incluso terminando la frase con un “coño”, ahora
es su delfín la que pudiera haber incurrido en la comisión
de varios delitos.
El portavoz del PSOE, José Antonio Carracao, en rueda de
prensa, después de que este periódico destapara el escándalo
del fraccionamiento de pago, por parte de Yolanda Bel a la
empresa Kibesan 2000 S.L., anunció su sorpresa al comprobar
que eran veraces los hechos denunciados y máxime, cuando la
citada empresa llevaba sin actividad en el IPSI y de baja,
desde el 25 de enero del año 2001.
¿Cómo es posible que las propuestas de gastos realizados
hayan sido tramitadas y firmadas por personal laboral,
cuando la normativa exige que sea un funcionario de carrera?
¿Cómo es posible que el Interventor Accidental las haya
tramitado sin poner reparo alguno, conociendo el carácter
laboral de la persona que las firmaba y cuando estaba ante
un fraccionamiento claro y flagrante?
La responsable máxime de todo ello, no es otra que la
Consejera de Presidencia, Gobernación y Empleo, Yolanda Bel
porque los ciudadanos de a pie, nos echamos las manos a la
cabeza al comprobar cómo se gestiona el dinero público por
parte de los políticos, ¿qué tipo de filtros y controles
existe en la Ciudad Autónoma?, ¿por qué no se ponen al
frente de los negociados a los funcionarios de carrera y a
los técnicos, en vez de tenerlos diseminados en dependencias
para que no vean expediente alguno?, ¿por qué no viene de
una vez por todas un interventor de carrera como garante del
cumplimiento del procedimiento?.
Lo que es cierto y ha confirmado Carracao, es que a la
empresa Kibesan 2000 S.L. se le han ido abonando pagos de
menor cuantía hasta llegar a la cifra de 27.000 euros para
no realizar un contrato público eludiendo los requisitos de
publicidad para aplicar el procedimiento de adjudicación que
corresponda. Pero si es cierto que esta empresa no tiene
actividad alguna y no ha abonado el IPSI desde el año 2001,
entonces lo que supuestamente ha vendido a la Ciudad, ha
podido ser humo.
Los hechos son de una gravedad extrema, y la Consejera
Yolanda Bel, podría haber incurrido en presuntos delitos
tales como el de prevaricación, falsedad en documento
público y tráfico de influencias. Considero que las mentiras
siempre tienen las patas muy cortas y que este caso tiene
todas las papeletas de acabar en la Fiscalía o el Juzgado de
lo Penal.
Todo esto es la consecuencia del desgobierno de un
presidente caduco, sin ideas, sin bandera ni partido al que
le ha sobrado esta legislatura porque al final, el tiempo
pone a cada uno en su sitio, y a Usted, Señor Presidente,
los ceutíes ya lo conocemos de sobra y en estos momentos no
nos puede engañar más, así que hágame caso y déjese de tanto
saludo hipócrita porque eso ya no es un aval para que lo
votemos, más bien, todo lo contrario.
Albert Camus, dijo y con esto termino, Sr. Vivas, que la
tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los
totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas. Así
que ya sabe, cese a Yolanda Bel y sea demócrata.
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