Atrás quedaron tres días de diversión. Estandartes,
antorchas, banderas, pendones, gallardetes, escudos
heráldicos, toldos arlequinados y los aperos de labranza
repartidos por el complejo han hecho posible que los ceutíes
viajaran en el tiempo para estar en la Edad Media. El
colorido de este Mercado Medieval lo han protagonizado
numerosos puestos que han vendido objetos artesanales de
todo tipo.
El Mercado Medieval, sus cómicos y malabaristas así como sus
artesanos ambulantes, han recibido durante estos tres días
la visita de miles de personas, las que han querido gozar de
los espectáculos y productos que en estos días se han
comercializado dentro de las Murallas Reales, concretamente.
Tanto los actores, como los ceutíes y el propio gerente de
la empresa Fusión Medieval están contentísimos puesto que el
mercadillo ha estado repleto incluso al mediodía.
Los ceutíes han venido visitando desde el pasado viernes y a
diario este evento que ha desplazado a los asistentes a la
Edad Media, incluso con la opción de poder convertirse en
artesanos a través de los talleres de oficio.
El pequeño barco, los juegos, los puestos ambulantes y los
espectáculos han sido los reclamos del mercadillo aunque ha
habido gustos para todos ya que cada persona ha ido buscando
cosas concretas: colonias, bisutería, figuritas, comida o
detalles originales.
Datos muy positivos con nota de sobresaliente pese a que el
viernes fue flojito aunque por la noche se animó y anoche,
en su última jornada, se estimaba que más de 4.000 personas
podían concentrarse alrededor de las ocho de la tarde.
Como es de esperar, y después de 13 años de tradición, el
Mercado Medieval regresará el próximo año a las Murallas
Reales para llenar de magia y esplendor lo fines de semana
de los ceutíes. Y es que se ha convertido en un evento
popular, que gusta mucho a la ciudadanía y se sitúa ya como
una fecha fija en el calendario, por lo que desde la
Consejería de Educación, Cultura y Mujer se espera que
regrese una vez más.
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