PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 15 DE SEPTIEMBRE DE 2013

 
OPINIÓN / ANALISIS

Muchas “sombras” que clarificar en torno al campus

Por Alejandro S.


Los problemas que están surgiendo en el nuevo campus universitario de Ceuta en el umbral del comienzo del curso 2013-2014, con unas instalaciones que habían creado grandes expectativas y han costado no pocos millones de euros, no son de recibo si el celo y seguimiento de las obras y los protocolos técnicos, se hubieran desarrollado con un mínimo de rigor. En este caso, se ha hecho gala de ese pecado original que dicen caracterizado a los españoles de improvisar sobre la marcha, para ir solucionando los problemas conforme éstos vayan surgiendo. Un proceder nada edificante ni del que vanagloriarse, porque también dice el viejo refrán que “las prisas son malas consejeras” y, en este caso, se viene actuando con una celeridad reconocida para “tapar boquetes” y críticas.

En un edificio que ha costado en torno a los 30 millones de euros en su rehabilitación, al que las cuestiones económicas en cuestión de sobrevaloración han sido puestas sobre el tapete por los partidos de la oposición que aludían a un exceso del Presupuesto inicial que hasta consideraban ilegal, nada mas que le faltaba para poner la guinda, un desastre de esta naturaleza, donde “entre todos la mataron y ella sola se murió”, porque aquí parece que la culpa no es de nadie pero todos tienen que ver en tantas anomalías, con un deficiente desarrollo de las instalaciones. Un resultado final que esperaban los profesores y que les ha sorprendido por lo que aún faltaba para un correcto funcionamiento.

Desde UPyD ya lamentaban hace unos meses que esta obra “faraónica que ha costado más de 30 millones de euros a los ceutíes, sea una obra parcheada y con falta de previsión”. También la coalición Caballas equiparaba esta actuación urbanística con las obras del aeropuerto de Castellón en un claro ejemplo de esta política alocada y manirrota.

Y es que en el tema económico habría que clarificar muchas “sombras” y preguntar qué se ha escondido tras las obras del campus, si todo el dinero se ha invertido en ellas y quién o quienés se han visto beneficiados de forma ilegal. Estamos ante un Gobierno en el que la práctica habitual es ni exigir ni asumir responsabilidades, pase lo que pase. Se paga lo que haga falta y santas pascuas. Lo peor es que, ya hemos visto en el Ayuntamiento de Melilla lo sucedido con diversos contratos que la policía ha requisado en materia de adjudicaciones y, también dice un viejo refrán que “cuando las barbas de tu amigo veas afeitar, pon las tuyas a remojar”. De manera que, cuidado con el “afeitado”, con la navaja y con el corte que pudiera darse…

Tal cúmulo de errores hace pensar mal: o hay mucho inútil por ahí suelto que no merece la confianza que se le otorga o son más torpes de lo que nos creemos o son demasiado listos y se hacen los tontos.

Lo cierto es que no salimos de Málaga y nos metemos en Malagón. Antes fue Urbaser, el pago a proveedores sin consignación presupuestaria, el fraudulento y frustrado contrato de publicidad institucional y ahora el Campus universitario. Es que no ganamos para disgustos…y sorpresas.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto