Se vuelve a repetir, como todos
los años, por estas fechas, tras haber pasado unas pruebas
de septiembre que, en pocas ocasiones, solventan lo que no
se había `podido hacer en junio.
De momento, tranquilidad, y digo de momento, por cuanto no
tardarán en aparecer los “salvadores” de siempre, pidiendo
paros o reclamaciones que se quedan siempre en lo mismo, un
frenazo a la labor diaria y muy poco más.
De todas formas y todo hay que decirlo, la idea de esos
paros, cuando los hay, podía ser buena, si es que se pudiera
llegar a algo mejor o si con ellos se solventaran los
recortes que aquí, como en otras parcelas llevan dándose
muchos años.
Y he hablado de recortes, porque en la Enseñanza no iba a
ser menos que en la Sanidad, por ejemplo, unos recortes que
aparecen en contraposición a la enmienda de la mejoría en la
calidad de dicha Enseñanza.
Aquí, llámese como se llame el ministro de turno y sean
quienes sean las autoridades autonómicas, provinciales o
locales, la marcha a “la baja” es una constante y se
argumenta, posiblemente con razón, que no hay otra
alternativa porque no hay dinero ya que la crisis afecta a
todos los terrenos.
He dicho “afecta a todos los terrenos” y creo que me he
equivocado, porque a lo que no afecta o los dirigentes
políticos no quieren que afecte es a la multiplicación de
cargos, bien remunerados y algunos de ellos sin que sirvan
para nada y si sirven, allí donde hay siete enchufados con
tres habría suficientes.
En muchas ocasiones he dicho y lo voy a repetir que “los
reinos de taifas” en que se han convertido las autonomías
han hecho de un solo Estado 17, además de Ceuta y Melilla
que no son moco de pavo.
Pero hay más, si es que son necesarias tantas comunidades
autonómicas, lo que no sé para que sirven, y cada día menos,
las diputaciones provinciales, a parte de servir para
“colocar” y muy bien allí a una serie de enchufados
políticos del partido que sea y que nos están costando un
riñón, entre sueldos, dietas, viajes y todo lo que conlleva
el séquito que “vegeta” en esas diputaciones.
Y esto, al menos para el presidente del Gobierno, es
intocable. Se nota que él fue presidente de una diputación,
posiblemente sería un buen presidente, desde luego mucho
mejor que “el sátrapa” que preside, por ejemplo, la de Ávila
y que está costando un riñón a la provincia, sólo con el
gasto en viajes diarios entre Barco de Ávila y Ávila, por la
mañana y por la tarde, 320 kilómetros cada día, para
empezar, entre la mañana y la tarde, en coche oficial y con
chofer. Ese es un ejemplo que conozco de cerca, pero de ese
corte hay ... ni se sabe.
Aquí no hay recortes y estos organismos no sirven para nada
más que para duplicar o triplicar organismos, que hacen lo
mismo.
Intencionadamente, he dejado para el final el Senado o
Cámara Alta, que dicen otros y que es otro de los refugios
para aquellos que van terminando con los chollos que han
tenido y que ahora, para así asegurar una buena paga y una
excelente jubilación, se hacen un hueco en el terreno en el
que nada positivo y a corto plazo se ejecuta.
Es sorprendente que, especialmente para seguir siendo
aforado y librarse de otros problemas políticos que le
podían llegar, el ex presidente de Andalucía, el señor
Griñán, haya entrado en este organismo, por haber sido
ministro, dos veces, por haber sido presidente de Andalucía
y por ser presidente del PSOE y secretario general de dicho
partido en Andalucía.
Llegados a este punto, no me extraña que haya recortes en
Educación o en Sanidad, porque sólo los cargos políticos y
las instituciones que no sirven para nada, se llevan la
tajada principal de los presupuestos del país.
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