De verdad, de verdad que no puedo
dejar de escribir cuando aparece algo que merezca la pena y
me llame la atención.
Que en todo un edificio monumental, un edificio que alberga
al Congreso de Diputados, la institución más emblemática de
la democracia, supuestamente, tenga goteras en cuanto
llueve, me parece salido de un diálogo de aquella pareja de
humoristas que siempre vestían de negro y se cubrían las
cabezas con sombreros pasados de moda.
Pero que las goteras caigan precisamente en la tribuna de
Prensa ya me parece un choteo descomunal.
Lo malo de todo ello es que una delegación de diputados del
Congreso de Japón presenció el incidente desde la tribuna de
invitados… con razón pensaron que se merecían las Olimpíadas
con mucho. Fukusima no significa nada.
La cascada de agua que cayó, supuestamente, en la cabeza de
compañeros de los medios de comunicación presentes… les aguó
la expectativa del control al Gobierno.
Como metáfora no está mal porque explica de cómo está la
política en la actualidad, hace aguas por todas partes.
En fin, otro agujero que tendrá que tapar el presidente… del
Congreso, no sean mal pensados.
Como sean los agujeros que hizo Tejero por donde se filtra
el agua… no veamos el choteo que se montaría.
Eso que tenemos colegios públicos donde llevan años con
goteras e inundaciones y los pobres chicos tienen que
prepararse para ello, conviviendo con duchas diarias,
mientras que los ‘representantes’ de los ciudadanos pegan el
grito en el cielo, por cuatro gotas, y suspenden los plenos.
Vivir para ver.
Por otro lado, no opino sobre los acontecimientos ocurridos
en la celebración de la Diada de Catalunya, pero leyendo la
prensa de derechas… ¡qué lástima me dan los periodistas
partidistas! Así es como tergiversan la Historia del país.
¿Esto es la Falange? ¿Un grupo de borrachos camorristas?
Menudo espectáculo cavernícola presenciamos a través de los
medios de comunicación de un ataque a la oficina de turismo
de la Generalitat catalana en Madrid… ni respetaron a las
señoras presentes ni al diputado Sánchez Libre.
De siempre me han dado asco, que no miedo, los componentes
de cualquier grupo pro-nazi y no digamos de los dirigentes
fascistas de cualquier país. Es vomitivo.
Así y todo, tenemos una muestra que jamás se borrará de
nuestra mente: la Guerra Civil y las atrocidades cometidas
durante la misma.
¡¡Vaya imagen de damos al mundo!!, con las goteras del
Congreso de Diputados, ese movimiento brutal falangista y la
cerrazón, o parálisis mental, de los políticos peperos
capaces de mentir hasta la médula y achacar a otros sus
desmanes económicos, no me extraña, por eso, que a Madrid le
hayan dado un palo los olímpicos.
Ya vemos en qué ha quedado la marca España, con la Botella
de cantante simulada en una intervención en diferido para
sonrojo del resto de ciudadanos cuando viajen al extranjero.
Seguimos siendo el país de la boina, el botijo y la
pandereta.
Entretanto, la privatización de los hospitales en la
Comunidad Autónoma de Madrid queda en un ‘impasse’ por culpa
de una modificación de las condiciones de licitación del
concurso, que fueron modificadas posteriormente y que hizo
disminuir en un 90% los avales económicos que debían
presentar las empresas… todo un derroche para evitar la
libre concurrencia. En fin, la vida sigue, yo también aunque
menos.
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