No puedo ocultar que estoy
satisfecho de la NO elección de Madrid para las Olimpíadas
de 2020.
Los tremendos apuros económicos de nuestras federaciones
deportivas, a excepción de aquellas que todos sabemos,
pesaron mucho en la decisión de los miembros del COI a la
hora de emitir sus votos.
También influyeron los tremendos casos de dopaje a pesar de
la puesta en marcha de la Ley Antidopaje.
Aunque, para mí, lo que hizo por la derrota de la
candidatura madrileña fue su propia alcaldesa, la Botella,
que con su afán de aparecer con una desfavorable imagen no
tuvo bastante y le añadió lo que suelen hacer los peperos:
salirse por la tangente y chapurrear un idioma que da
vergüenza ajena.
No se entiende que la primera representante oficial de la
capital haya respondido a preguntas con respuestas ajenas a
las mismas. Los eufemismos están a la orden del día en el
PP.
Me hizo gracia, lo confieso, la pregunta sobre la
destrucción de las bolsas de sangre… pero si el PP es un
partido de expertos en destruir cosas, hasta los ordenadores
de Bárcenas y la economía de los españoles parados, que otra
cosa esperaban.
Tal como está el país, aunque sea a siete años vista, y
pensar en asumir unas Olimpíadas que, probado está, solo
trae consigo fuertes déficits… menos mal que los votantes
aún tienen inteligencia.
En un país cuyo Gobierno nos recorta en Sanidad dejando a
cerca de un millón de ciudadanos sin asistencia sanitaria,
recortes en Educación y en becas, habiendo cerca de seis
millones de parados y además cerca, también, de dos millones
de desahucios salvajes… ¿cómo podíamos demostrar solvencia?
Lamento, eso sí, que la Delegación española haya sufrido con
el papel de ‘payasos’ que le otorgan la mayoría de los
medios de comunicación aunque no lo digan.
El ridículo que ha hecho el ‘Caballero de la Triste Figura’,
Rajoy, en la ciudad rusa de San Petersburgo, cuando la
reunión del G-20, incluía la ilusión de que el Tío Tom le
echara una mano moviendo los hilos en el COI, firmando el
documento y haciendo declaraciones bélicas… está como para
troncharse.
Su grito “… pedimos una contundente respuesta internacional
a esta grave violación de las normas mundiales…” ha influido
algo en la votación del COI dando como resultado que Madrid
ha sido la primera en ser tumbada. No era para menos.
Solo pido a nuestro presidente que no desahogue su rabia en
el Consejo de Ministros del próximo viernes y haga uso
excesivo de las tijeras.
Y también que piense un poco sobre el dicho de a Madrid hay
algo que no le podrán quitar los miembros del COI, ni
siquiera los componentes del G-20, en los siguientes 100
años: que seguirá siendo el Ayuntamiento más endeudado de
Europa, si no del mundo, por cortesía del PP. Lo dicho.
Ojo, ciudadanos, la deuda de la capital, de su Ayuntamiento,
es más de 6.200 millones y si agregamos esos 8.860 millones
gastados en las tres candidaturas olímpicas presentadas
hasta ahora… ¡¡disfruten con los impuestos que nos van a
llover!!
Pobre Alejandro Blanco, qué iluso, su manifestación “nadie
esperaba esto…” es contrapuesta al pensamiento de muchos de
los que afirman apoyar a Madrid, el 91% según el PP, son los
que usaron el sentido común.
En fin, la vida sigue y yo también, aunque menos.
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