El pasado lunes día 2 de
septiembre los ceutíes celebramos el acto institucional del
Día de la Ciudad Autónoma de Ceuta en el Auditorio del
Revellín con la ausencia destacada, por tercer año
consecutivo, de los diputados localistas de la coalición
Caballas. Unos dirigentes políticos que desatendieron
premeditadamente una de las obligaciones inherentes a su
cargo, otorgada por quienes le prestaron su confianza en las
pasadas Elecciones Autonómicas. Las explicaciones ofrecidas
por este grupo político no justifican bajo ningún concepto
una decisión argumentada única y exclusivamente en el
discurso cada vez más demagógico de esta formación.
Es de suma importancia recordar como los miembros de esta
formación, pertenecientes al partido UDCE, participaban
activamente en los actos organizados con motivo de esta
conmemoración antes de suscribir su alianza con la formación
localista dirigida por el “Califa” de Ceuta. Un histórico
dirigente político que ha devuelto, tal y como algunos
anunciábamos hace algunos años, la inestabilidad a la Plaza
de África tras años de equilibrio político. Echando la vista
atrás, observamos los mismo comportamientos que fueron
rechazados por los ceutíes elecciones tras elecciones,
ciudadanos que retiraron totalmente su confianza en el
proyecto liderado por el político-sindicalista pese a su
obstinación.
Cuando a primeros de mes reanudé mis colaboraciones en este
medio lo hice con la firme intención de obviar cualquier
referencia hacia este personaje, pero los hechos señalados
me llevan a incumplir mis planteamientos iniciales. En
definitiva, nuestra ciudad al igual que cualquier otra
autonomía de la geografía española elige un día
representativo para conmemorar el Día grande de la misma. En
nuestro caso, el día en que Pedro de Meneses fue designado
por el Rey de Portugal, Juan I, primer Gobernador y Capitán
General de la Ciudad. El Día de la Ciudad Autónoma de Ceuta,
el día de todos los ceutíes sin exclusión alguna.
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