Ainhoa y Chiqui han contraído matrimonio en la Iglesia de
Nuestra Señora de África, apadrinados por Ana Berenguer,
madre del novio y Pedro Fernández de Barrena y Artacoz,
padre de la novia. La ceremonia religiosa fue oficiada por
el diácono don Francisco Rodríguez de Haro que ofreció una
sentida plática a los contrayentes haciendo ver el carácter
de sacramento, lo que significa una confesión pública de fe
y que el matrimonio es cosa de dos: hombre y mujer que han
de complementarse y ayudarse mutuamente. Asimismo colaboró
para realce de la ceremonia un coro rociero que interpretó
diversos temas y, por último, el himno de la Virgen del
Rocío que fue seguido, así como toda la ceremonia, con mucho
fervor y atención por parte de los asistentes.
El señor, como se dice en estas ocasiones, que hizo nacer en
los novios el amor, confirme este consentimiento mutuo que
manifestaron los contrayentes ante la Iglesia. “Lo que Dios
ha unido, que no lo separe el hombre”. “Proclamemos, pues,
la bondad de Dios para con estos dos hijos suyos”, como
decía el oficiante.
Ni que decir que la novia lucía un espléndido traje y velo
que realzaban la natural belleza de Ainhoa y el novio de
chaquet, lo que cautivó a la grey, mayoritariamente joven,
que acudió a la emotiva ceremonia.
A la terminación del acto, en los salones del “Nouveau
Disco”, fue ofrecido un aperitivo hasta la llegada de la
hora de servir la cena que se llevó a cabo en el restaurante
“El Sarao” que, como es costumbre de este establecimiento,
sorprendió a la asistencia con un exquisito menú y vinos
nacionales. Por último, principalmente los jóvenes,
disfrutaron de música y danzas modernas que se colmaron de
alegría y regocijo hasta bien entrada la madrugada.
Desde estas líneas queremos expresar nuestra mejor
felicitación a los nuevos esposos Ainhoa y Chiqui, que
partirán de viaje de novios por distintos puntos de la
península y extranjero, haciéndola extensiva a sus padres
por tan feliz acontecimiento.
|