Escribo esto hoy y ahora, por el
sábado, y aún no sé qué ciudad ha sido elegida por el Comité
del COI, que desde luego están más interesados en obtener
buenos emolumentos que en otra cosa y ello me hace pensar
que los japoneses, en primer lugar, y los otomanos son más
fuertes económicamente.
Mientras un grupo de españoles, la mayoría de ellos
pertenecientes a las élites más populistas, andan nerviosos
y pendientes de una votación en la que se elige la ciudad
olímpica para dentro de siete años…, Barak Obama no pierde
el tiempo y soba el hombro de Mariano Rajoy.
Ha bastado este simple gesto del estadounidense para que
nuestro presidente del Gobierno no tarde en apoyarle en su
particular guerra contra los sirios.
Puede ser que lo haya apoyado a título personal por cuanto
un presidente de Gobierno de un país como el nuestro, no
puede condenar de antemano a cientos de españoles para
participar en una guerra de la que ningún interés obtiene.
Ni mucho menos sin haber pasado por el Congreso de
Diputados.
Menos mal que el ministro de Defensa, Pedro Morenés, lo
niega.
¿Cómo es posible que haga esto, nuestro presidente? ¿Cómo
puede declarar, aunque no públicamente, que las pruebas
apuntan claramente al régimen sirio como responsable del
ataque químico? ¿Acaso nuestro laboratorios ‘oficiales’ han
analizado las pruebas?
Se nota que Rajoy sigue la estela del que todavía es su
jefe, Aznar.
Ahora un poco de ciencia-ficción.
Supongamos que Rajoy acepta participar en esa guerra.
Supongamos que mandan a los españoles, junto con los
norteamericanos, a matar sirios como Alejandro Magno en su
momento y ocupando la fortaleza denominada Crac de los
Caballero (Homs).
Supongamos que la guerra, no es cierto no es guerra es
ataque invasivo, se prolonga más allá de la medianoche.
Supongamos que durante las Olimpíadas, un grupo de
descendientes de aquellos sirios muertos por españoles y
norteamericanos colocan mochilas-bombas en cada centro
olímpico… y enemistándonos con Rusia de paso.
Ya es mucho suponer.
Fin de la ficción.
A otra cosa. Ignoro que tendrá nuestro país para que sucedan
cosas ‘ilógicas’ en cuanto a decisiones políticas.
Ahora resulta que Extremadura, cuyo presidente es del PP,
financiará los tratamientos de fertilidad a solteras y
lesbianas. ¿No estamos en crisis, como para financiar unos
temas obviando otros más importantes? ¡Qué país nuestro!
Aquí pagamos todos los caprichos sanitarios a todo el mundo,
literalmente, mientras nos sangran a impuestos.
Soy de los que afirman que fertilizar a solteras y lesbianas
no es un problema de salud, nada más.
No sé, no sé si esa decisión de José Antonio Monago (PP)
tiene algo que ver con el apoyo de IU cuando fue elegido.
Así lo comprendería si tenemos en cuenta lo contrarios que
son los peperos en estas cuestiones al resto de políticos.
¡Vaya!, me vengo al sur, al sur de la península y resulta
que en Barcelona se desarrolló el pasado 4 de este mes la
presentación de Ceuta Crisol de Culturas 2015, la que me he
perdido. Ya me perdí la de Madrid.
Espero no perderme los actos… si me invitara Vivas.
En fin, la vida sigue y yo también, aunque menos.
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