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La nueva vertiente educativa y
económica del campus universitario de Ceuta, debe abrir un
horizonte de esperanza y buenas perspectivas por su
dimensión académica junto a la generación de recursos
económicos inherentes a su propia esencia como centro
neurálgico de un amplísimo colectivo de estudiantes que, en
sí mismos, conforman una pequeña ciudad universitaria en sus
distintas vertientes. Un ámbito que requiere de unas
necesidades a las que se les da respuesta y también, a una
generación de recursos que conlleva una dinámica económica
en el sector servicios. De ahí, el valor de crear un
ambiente estudiantil propicio y la captación de
universitarios a través de las distintas titulaciones.
En esta edición desarrollamos a través de un reportaje cómo
se ha cuantificado el gasto medio anual de un estudiante
universitario foráneo en nuestra ciudad. Unos recursos
económicos que dinamizan durante el curso escolar nuestra
economía. Y en esta génesis de movimiento económico, se ven
favorecidos algunos sectores locales como las viviendas de
alquiler, la hostelería, los centros de ocio y tantos otros,
en los que se dan cita los jovenes. De hecho, para algunos
docentes, la universidad de Ceuta puede convertirse en el
verdadero motor de nuestra economía a cortísimo plazo, por
encima del turismo al que le ven poco futuro inmediato.
Estas valoraciones en un sector, hasta ahora, inédito, no
hace mas que abrir posibilidades de futuro y descubrir
nuestras potencialidades. El movimiento estudiantil de más
de mil universitarios es un contingente tan importante como
para plantearse alternativas para dar cumplida y amplia
respuesta al mismo. Se han de plantear nuevas fórmulas para
captar al máximo a este colectivo generador de economía y
ciudad.
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OPINIÓN / EDITORIAL
