La Cofradía de San Antonio de Padua celebrará desde el
próximo día 27 de septiembre la oración de los ‘Trece
Martes’. Este acto se celebrará hasta el martes día 17 de
diciembre en la Ermita del Santo a partir de las 17.30
horas, estando previsto que ocupe la sagrada cátedra el
padre Cristóbal Flor Dominguez, director espiritual de la
hermandad y parroco de la Iglesia del Valle. Desde la junta
de gobierno de la hermandad se recupera así un acto de mucha
tradición.
La junta de gobierno de la Cofradía de San Antonio ha venido
trabajando para recuperar el rezo de la oración de los
‘Trece Martes’ en honor del glorioso San Antonio de Padua.
Tal y como se ha informado, este rezo se celebrará desde el
martes día 24 de septiembre al martes día 17 de diciembre, a
partir de las 17.30 horas en la Ermita de San Antonio,
estando previstot que ocupe la sagrada cátedra el padre
Cristóbal Flor Domínguez, director espiritual de la
Hermandad.
Con respecto al origen de los ‘Trece Martes’, desde la
Cofradía se ha resaltado que es muy antiguo, ya que poco
después de la muerte del Santo se le comenzó a venerar en
martes.
Aunque el Santo paduano murió un viernes, 13 de junio. El
martes siguiente tuvo lugar el traslado del cuerpo del Santo
desde Arcella a Padua. Y en este día obró en Padua San
Antonio toda una serie de milagros. Este fue el motivo por
el cual los habitantes de Padua tomaron costumbre de visitar
y venerar el sepulcro del Santo, especialmente los martes.
Esto fue el principio de la devoción de los martes dedicados
a San Antonio. Tras esto, se introdujo en Padua la costumbre
de practicar nueve martes seguidos en honor del Santo
paduano, y en estos martes se le honraba y se le pedía
alguna gracia.
Esta devoción se propagó luego por toda Italia, hasta que en
el año 1617 obró el Santo un prodigio estupendo por esta
devoción. Dos esposos estaban muy apenados, porque, después
de 22 años de matrimonio, no tenían sucesión. La esposa, en
su tribulación, acudió a San Antonio, pidiéndole auxilio en
su desgracia. San Antonio se le apareció en sueños y le
dijo: “Visita nueve martes seguidos mi imagen en la iglesia
de San Francisco, recibe allí los Sacramentos y verás tu
anhelo cumplido”.
Puso en práctica aquella mujer cuanto le dijo San Antonio y,
por fin, dio a luz un hijo. Mas su gozo no fue completo,
pues el niño no daba esperanza de salud. Ella, llena de fe
en su Santo protector, hizo que le llevaran el niño al altar
del Santo. ¡Cosa admirable! Al volver a los brazos de su
madre quedó curado y lleno de vida.
Este milagro se propagó y contribuyó a que se extendiera más
y más la devoción de los martes de San Antonio. Andando el
tiempo, debido a la piedad de los devotos del Santo, el
número de los martes se extendió a trece. El Papa León XIII
no sólo aprobó y bendijo esta devoción antoniana, sino que
concedió indulgencia plenaria a cada uno de los trece martes
dedicados a San Antonio, con tal que sean seguidos. Lo cual
se puede hacer en cualquier época del año. Primero, concedió
esta indulgencia a los cofrades de la Pía Unión. Mas luego,
en el año 1898, se extendió a todos los fieles que,
confesados y comulgados, visitaran una iglesia con la imagen
del Santo.
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