Ya entramos en el declive del
verano, aunque haya gente que haga vacaciones en los
preámbulos del otoño que está, como quién dice, a la vuelta
de la esquina.
Un pre-otoño que se nos presenta caliente, calentísimo, no
en cuanto a temperatura climatológica -eso lo predicen los
hombres y mujeres del ‘Tiempo’, con más o menos acierto-
sino a calentamiento de los calderos de la política donde se
cuecen los innumerables ‘pucheros’ de nuestro ruedo
nacional.
Uno de esos calderos corresponde a la Comunidad de Madrid,
la primera y quizás la única que ha tomado la decisión de
privatizar la sanidad, donde han echado un buen chorro de
agua fría desde el Juzgado nº 4 madrileño.
La paralización de la privatización de entes hospitalarios
de la mencionada Comunidad es una decisión política como
afirma el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty,
con una rotunda falta de respeto hacía la Justicia.
No sólo por afirmar eso, sino que sigue dándole a la ruleta
con declaraciones ‘peligrosas’ como “…a mi juicio, el juez
emite en muchas ocasiones opiniones de tipo político o
personal, pero no jurídicas”, sin aclarar que las ha emitido
durante un juicio o en la cantina cercana.
No sé, señor Fernández-Lasquetty, cómo ha conseguido esa
postura a todas luces demagógica y no sé cómo ha sido capaz
de demostrar con esa manifestación su respeto a los jueces.
Cuando los jueces favorecen al PP, casi siempre sin que los
ciudadanos comprendan muy bien el porqué, son formidables y
que hacen justicia con razón, pero cuando no apoyan sus
decisiones o propuestas… ¡están politizados!!
Señor Fernández-Lasquetty, antes de proseguir con su postura
lea bien, pero bien, los fundamentos jurídicos donde se
incluyen las alegaciones de la Fiscalía… eso basta para
desbaratar su demagogia sobre la politización de la decisión
judicial.
Lo que lamento, y conmigo muchos más, es que en la Comunidad
de Madrid estáis haciendo negocios con la vida de los
madrileños, al tiempo.
Ya está bien de demagogia y de rifar el sustrato social de
nuestro país entre los amigos, la ruleta puede volverse,
algún día, totalmente en contra y de ahí a la ruleta rusa
hay un paso.
Con esa actitud, contraria a la tan manida actitud de los
jerarcas peperos con su “Respeto la decisión de la Justicia
aunque no nos guste”, dejas bien sentado, señor Fernández-Lasquetty,
cómo es y cómo será ese partido cargado de ultraliberales.
Ya veremos, si es que te atreves, el día de elecciones
presentando ese plan de privatizaciones en público y que
ganéis de corrido las votaciones.
Abriendo un inciso, queridos e hipotéticos lectores, ya veis
que en artículos míos anteriores, donde opinaba sobre el PP,
siempre he tenido la razón a mi lado, en parte por mis
vaticinios –ni que fuera el mago que suele aparecer por la
ventana de la Sexta- y en parte por mis afirmaciones. Cierro
el inciso.
Este párrafo anterior viene a cuento por cuanto los
chanchullos peperos ya no los puedo contar con los dedos de
mis manos, ni con los de mis pies. Necesitaría la ayuda de
cientos de personas.
La última jerigonza pepera la soltó Álvarez-Cascos en su
comparecencia ante el juez Ruz: no recuerda absolutamente
nada, intercalando respuestas entre vacíos con lo que me da
la impresión de que sufra Alzheimer fingido o no, con
perdón.
No sé porqué pero me parecen estilos muy similares entre
Álvarez-Cascos y Cospedal, cuando habló de simulación de los
pagos en diferido. La misma escuela.
Bueno, si ahora resulta que Nóos urdió una red de evasión
fiscal internacional en beneficio directo de Diego Torres…
apaga y vámonos.
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