Los teleoperadores del 061 barajan plantear una huelga
indefinida, ya que llevan cuatro meses sin cobrar. Se les
adeudan, al menos, 6.000 euros a cada uno de ellos, y el
Ingesa no les ha planteado ninguna solución pese a que ese
fue el compromiso que adquirió el director territorial,
Fernando Pérez-Padilla.
Los ocho teleoperadores del 061 llevan ya cuatro meses sin
cobrar, después de que el salario de agosto tampoco se les
haya ingresado. Los trabajadores presentaron ayer la
denuncia correspondiente, como han hecho el resto de los
meses cuyos sueldos tienen pendientes. La plantilla ha
presentado tanto las oportunas denuncias en el Juzgado de
los Social, como las relativas a los actos de conciliación
que en ninguno de los casos llegan a producirse, al no
presentarse la parte contratante.
La situación está al límite y los efectos ya no son sólo
económicos, sino también psicológicos para estos
trabajadores, a los que incluso les han recomendando en
algunos de los casos cogerse una baja laboral. Una opción
por la que no se han decantado puesto que saben que la baja
de un compañero iría en prejuicio de los demás trabajadores.
Por ello, la plantilla está estudiando la posibilidad de
plantear una huelga indefinida, porque aunque saben que en
ese caso deberán cumplir con los servicios mínimos que
detalle la Delegación del Gobierno, consideran -explican los
trabajadores- que será una medida de presión, esperan que
efectiva y con un “mayor impacto social”. Según explican
desde CCOO, se tratará de una medida que deberán estudiar y
abordar entre los trabajadores cuáles son los requisitos y
características a cumplir.
A todos ellos se les adeuda, al menos, 6.000 euros, y la
empresa adjudicataria del servicio, ‘Novasoft’, no ha dado
señales de vida ni ha mantenido contacto algunos en las
últimas semanas con ellos, según sostienen los trabajadores.
Sin solución del Ingesa
Tampoco han mantenido contacto alguno con el director
territorial del Ingesa, Fernando Pérez-Padilla, que pese a
que se comprometió con el personal del 061 a encontrar una
solución, “a lo más tardar en septiembre”, dicha solución no
ha llegado. A través del gabinete de comunicación del Ingesa
se sostenía a mediados de agosto que Pérez-Padilla había
“suspendido” sus vacaciones por este conflicto laboral, pero
aquella reunión no ha dado frutos, según lamentan los
trabajadores.
El Ingesa habló también entonces de que la empresa ‘Eulen’
podría hacerse cargo de los teleoperadores del 061, pero fue
otra noticia más de la que los implicados no han recibido
notificación alguna.
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