Un edificio londinense juega con
los rayos de sol merced a la concavidad de la estructura.
Los rayos inciden en los vehículos aparcados y deslumbran a
los peatones, hasta ahí nada del otro mundo.
Pero lo que me resulta raro, no ya raro si no rarísimo, es
que esa incidencia de los rayos solares queme la carrocería
de los vehículos aparcados hasta ‘despellejarlos’. Y eso sin
tener en cuenta que en Londres el Sol suele ser muy vago.
Muy difícil, aunque no imposible, resulta que acierte en
determinado punto convergente como para poner a arder
pinturas metalizadas o abombar metales tratados por cuanto
el Sol no suele pararse ni un segundo.
Tan difícil como tratar al responsable del bar del Hogar del
Pensionista de Fuengirola, situado en el complejo de Puebla
Lucía.
A esta entidad suelo concurrir diariamente, por las tardes
después de la hora de la siesta y donde suelo jugar al
dominó o a las cartas con los tertulianos que acuden con la
misma regularidad..
Este señor, que atiende por José Luis, es una persona que
muy bien puede entrar en el grupo de retrógrados
maleducados.
Con un carácter tan difícil viene haciendo la pascua a todos
los que asistimos al Hogar y suele discutir con su señora
delante de todos a grito pelado.
A mí, personalmente, ya me ha fastidiado tres días
consecutivos, retirándome las bebidas sin terminar y sin
venir a cuento.
Por lo que deduzco, el tío está cabreado, cabreadísimo,
porque su bar no recauda lo que esperaba.
Pero hombre, figúrate que estás en un sitio donde se reúnen,
mañana y tarde, los pensionistas…, que ya de por sí tienen
muy mermado su presupuesto mensual de gastos ‘ociosos’.
Sin embargo, deberías dar las gracias a ellos porque todos
piden su agüita fresquita cada día.
Peor sería que no pidieran nada.
Ahí nada podrías hacer, salvo tomar las riendas de tu enfado
y conducirlo hacía un cambio sustancial del trato con las
personas.
Con esa cara tan dura que tienes, José Luis, y ese carácter
tan agrio… deberías hacer propósito de enmienda y quedarte
tranquilo.
Sin embargo, al concesionario del bar le resulta imposible
retener su ira para sí mismo y no hacer pagar los platos
rotos a gente que ya está muy trabajada.
Y con la crisis a cuestas,
Un reflejo, que traspasa la puerta que da a un patio
andaluz, nos alarma momentáneamente. No es más que la puerta
del otro lado del mencionado patio que ha reflejado la luz
solar sobre nuestras cabezas.
La impresión de este reflejo es lo más parecido a la
explosión de una bomba atómica… solo en la imaginación y por
supuesto que no nos ha quemado la piel ni el cuero cabelludo
como a ese Jaguar expuesto a las reflexiones de un edificio
cóncavo.
Otra cosa, que no tiene nada que ver con los reflejos, es
que Bankia ha vendido por 10 años la gestión de sus activos
inmobiliarios a un fondo estadounidense denominado Cerberus.
¿Y qué?, se preguntarán Vds., queridos e hipotéticos
lectores… pues, que en el organigrama de ese fondo
estadounidense se encuentra la familia Aznar.
Ahora resulta que el préstamo de nuestro rey es a 23 años…
¿durará tanto como para cobrarlo?, en fin, la vida sigue y
yo también.
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