Es como puede interpretarse la
situación vivida en Ceuta en el fin de semana, que viene a
coincidir con los días fuertes de la OPE.
Pocos se acordaban ya de las fuertes avalanchas que solían
darse en Ceuta hace una quincena de años y es que, en los
comienzos del mes de junio, se habla mucho de los
dispositivos que se van preparando para la OPE, dispositivos
que, en esta ocasión, han quedado, totalmente, desbordados.
Y con todo esto ¿Cómo ha quedado Ceuta?. Realmente mal,
porque la falta de servicios, muy especialmente en la
explanada de Juan XXIII, ha hecho que los que tuvieron que
esperar allí varias horas estuvieran en unas condiciones no
típicas de nuestros días. Eso es un hecho, por mucho que se
quiera justificar, desde ciertas esperas locales.
Falta de previsión, o lo que es casi igual, los preparativos
de la OPE, aquí están sobrando, o lo están en las
condiciones que se han dado este año.
El delegado del Gobierno que es en el que recaen los éxitos,
cuando todo sale bien, y en el que recaen los fracasos, como
el del fin de semana, considera que la avalancha de viajeros
de la Operación Paso del Estrecho, hace tres días, no podía
“adivinarse”.
No me explico como puede darse esta interpretación a unos
hechos que ahí estuvieron y que seguirán dando mucho que
hablar. Y me explico menos que el propio delegado del
Gobierno asegure que “estaba todo previsto”. Pues menos mal,
porque si no lo llega a estar ... .
Y debemos ir más lejos. Se habla de un repunte de viajeros,
cuando se ha pasado de una situación de un tráfico fuerte, a
secas, a una situación de atasco de cientos y cientos de
metros, con todos los lugares del puerto y antes de llegar a
él repletos de coches.
Llamar a esta situación “repunte” es desconocer la realidad
lingüística, o lo que es peor, ignorar la realidad vivida
durante muchas horas del fin de semana.
Y como en casos de este tipo lo mejor es echar la culpa al
“empedrado”, se insiste y se repite en que, la avalancha de
los viajeros que se ha vivido durante tres días en Ceuta no
es consecuencia del intercambio de billetes.
Naturalmente, desde otros sectores ajenos a la Delegación
del Gobierno la interpretación es muy distinta y así vemos
como Caballas, que algo debe saber de todo esto, cree que la
Delegación va “de calamidad en calamidad”, habiendo vuelto a
demostrar, siempre según Caballas, “ su perfecta
incompetencia”.
En nota de prensa de Caballas, se habla de que “Ceuta ha
reeditado escenas dantescas que ya se creían superadas”,
para seguir con esta tajante afirmación:”La falta de
previsión y su nula capacidad de reacción han dejado a la
ciudad en evidencia, ante miles de ciudadanos”. Y como
Caballas, de momento, no tiene responsabilidades de
gobierno, se ha podido despachar en estos términos:” La
negligencia de la Delegación del Gobierno ha vuelto a situar
a Ceuta en el tercer mundo, muy alejada de una ciudad
europea moderna”.
Así están las cosas y la calma ha vuelto a llegar, pero
habrá que preguntarse si se habrá aprendido de esto, porque
debe haber servido de lección para no volver a caer en un
caos como el que hubo días pasados camino del puerto.
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