Se dice de un individuo que es
reservado y callado, pero del que se sospecha que oculta
malas intenciones o se espera de él alguna mala faena. “No
te fíes de Juan porque tiene tripas sin estrenar”. He aquí
un ejemplo de la frase.
No sean mal pensados y dejen de acordarse de nuestro
alcalde, cuyo interés sincero y cordial es manifestación de
un carácter generoso y extrovertido. No vaya a ser que luego
digan de mí que yo no soy “bueno ni picado para albondigas”.
Ya que no sería la primera vez que los correveidiles de
nuestra primera autoridad me tienen presente en sus
oraciones para desearme lo peor.
De hecho, alguien me ha dicho que los hay que están tratando
de hacer algo parecido a una plataforma, que así se llama
ahora a cualquier asociación, con el fin de pedir una
especie de reconocimiento para Vivas por ser el
político con más caletre que jamás haya nacido en esta
ciudad.
Sí, ya sé que muchos de ustedes, en cuanto lean esta
columna, empezarán a desbarrar contra quienes se les haya
ocurrido semejante idea. Y hasta llegarán a pensar que eso
es porque nuestro alcalde ha alentado la formación de ese
grupo de adeptos dispuestos a solicitar para él
reconocimiento como grande de la política local y asimismo
rogar que se le considere un dechado en humanidades y
arquetipo de humanitarismo. Por haber dado muestras
evidentes, durante tantos años en el cargo, de ser solidario
y generoso respecto con los más desfavorecidos.
Los que piensen así, créanme que se equivocan. Porque
nuestro alcalde sería incapaz de hacerse el artículo
mediante la propaganda de sus más afines. Que son tantos
como descontentos los hay ya con su forma de actuar. Y es
que tantos años situado en la cresta de la ola del poder da
para mucho: para acertar y para errar de manera lamentable.
No se precipiten. Pues nadie ha dejado entrever que a
nuestro alcalde se le vaya a considerar renacentista. A no
ser que un día se nos presenten pruebas de que ha inventado
algún objeto volante. Pero en lo tocante a su humanismo, tan
presente en sus discursos, no debemos olvidar que se lo debe
a esos grandes pensadores que tiene como asesores en el
Gabinete de Prensa de la Ciudad.
Los componentes del Gabinete de Prensa han venido haciéndole
unos discursos a nuestro alcalde, tan extraordinarios como
repletos de componentes de la Naturaleza: mar, sal, cielo,
tierra, aire…, y un sinfín de imágenes marineras que han
sido las delicias de todos los personajes que han llegado a
la ciudad como invitados del gobierno.
El último ha sido Salvador Victoria, consejero de la
Comunidad de Madrid. Debido a que su presidente, Ignacio
González, el del ático marbellí, alegó lo que alegan
todos los políticos cuando no quieren ir a algún sitio:
tener la agenda repleta de trabajo. Y es que se afanan tanto
que terminan enfermando de los riñones. Como si fueran
picapedreros. Eso sí, el consejero madrileño prometió que IG
arribará a Ceuta dentro de unos días. Aunque, tal y como
está el tráfico marítimo, bien haría en venir volando.
Antes de que se me acabe el folio no quiero olvidarme del
aspecto humanitario que esa posible plataforma le adjudicará
a nuestro alcalde. En esa petición, se dirá que el buen
trato a los desfavorecidos lo ha de compartir al alimón con
la coalición Caballas. O sea, con Aróstegui. Y todos
tan contentos.
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