Hace unos días, las cadenas de
televisiones estatales y autonómicas, emitieron imágenes de
un grupo de políticos del PP, arropando en el follaje de una
arboleda de Galicia, al jefe de esa formación y presidente
del Gobierno, Mariano Rajoy, que se encontraba por allí
disfrutando de sus vacaciones estivales.
Dicha estampa gallarda del presidente escoltado por un
numeroso séquito fue patética. Porque el PP al querer
exteriorizar fortaleza y unidad en su formación. Consiguió
en mí todo lo contrario, con esa pantomima de caminata
siendo llevado en volandas y casi bajo palio por sus afines
y serviles. Faltándoles presuntamente a algunos del aparato
propagandístico oficialista, haber llevado puesta la cofia
con su caramba y el delantal.
Dichas vacaciones estivales del presidente, creo que no
habrán sido del todo placenteras para él. Porque al no
tenerlas todas consigo, tras ser obligado por el PSOE a
primeros de agosto a que diera explicaciones en el Senado
sobre el caso Bárcenas, y sobre la presunta financiación
ilegal del PP... Las habrá empleado en preparar diferentes
estrategias para hacer frente a lo que se le viene encima.
Porque la presunta jauría política del PSOE y de los otros
partidos, no le van a dar tregua alguna, e irán a por él
hasta conseguir morderle en la yugular de su política, desde
el minuto cero del nuevo curso político 2013/2014 que acaba
de iniciarse.
Comienzo del curso que amenicé en mi gramola con marchas
fúnebres, porque es un calvario lo que está sufriendo el
pueblo. No teniendo esperanza alguna de que ni el PP ni el
PSOE, con sus trouppes y palmeros, tengan capacidad alguna
para solventar ni a medio plazo, la ruina a la que nos han
llevado los unos y los otros. Con el agravante, además, de
estar inmersos tanto el PSOE y la UGT de Andalucía, así como
el PP a nivel nacional, en solventar las presuntas miserias
internas que les enfangan hasta las cejas.
Consecuentemente, creo y entiendo, que las distancias y las
directrices a seguir en el libro de rutas, las debe marcar
siempre el pueblo y nunca los políticos. Por ello, a Mariano
Rajoy, tenían que hacerle el mismo caso que él le está
haciendo al pueblo llano, contribuyente y trabajador
español; desde que se alzara con la presidencia del
Gobierno, a raíz de la mayoría absoluta alcanzada en las
elecciones generales de hace un par de años.
El golpe ‘democrático’ que asestó Rajoy a la población
española fue durísimo, tras alcanzar la poltrona después de
esas elecciones generales. Pillando a centenares de miles de
sus votantes en fuera de juego, al no intuirse ni
mínimamente las intencionalidades políticas de Rajoy,
presuntamente preparadas en connivencia con el capitalismo y
con la Iglesia.
Aunque, lo peor en España creo que aún no ha llegado. Por
ello, desconozco, después de los más de seis millones de
desempleados existentes actualmente, muchos de ellos
viviendo en extrema pobreza, ¿cuántos españoles más seguirán
engrosando las listas del paro? Porque los del PP de Marinao
Rajoy y los otros van a proseguir desplumándonos e
hipotecándonos de forma vitalicia sin ningún pudor. Mientras
ellos y los suyos, han disfrutado y seguirán disfrutando de
toda clase de delicatessen. Brillando por su total ausencia
en España la justa distribución de la riqueza.
Así que, de proseguirse por esta calamitosa senda, de
presuntos arbitrarios rateros y mangantes de guante blanco
que hostigan, reprimen, carcomen, sangran y exprimen a las
clases menos favorecidas. En España, cabe la posibilidad, de
que ocurra una hecatombe parecida o similar, a lo acontecido
en el mil novecientos treinta y seis. Pero si eso llegara a
suceder, fatalidad que jamás deseo. No seré el que enarbole
bandera alguna, porque todas están manchadas, hasta de
sangre inocente. Y como la reconciliación nacional es
imposible de conseguir por la inquina existente, aún
proseguimos de duelo.
Siendo un claro ejemplo de lo anterior, lo acontecido en el
programa de Las Mañanas de Cuatro de hace unos días, cuando
al ser preguntado el portavoz del PP en el Congreso, Rafael
Hernando, si “los miembros de las Nuevas Generaciones del PP,
que exhiben símbolos y banderas fascistas, ¿serán expulsados
del partido?”. Contestó entre otras cosas: “En otros
partidos tampoco deberían exhibirse banderas
anticonstitucionales como la republicana. La República
provocó un millón de muertos”.
Como don Hernando y hasta los cipreses creen en Dios y en el
PP. Yo, no, porque Dios es inexistente y el PP al que él
pertenece es retrógrado. Y quien provocó tantos y más
muertos, fue el golpe de Estado de 1936 del tirano Franco,
derrocando a la II República Española, emanada
democráticamente de las urnas.
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