Se ha marchado agosto y ha dejado
la entrada de otros treinta subsaharianos a tierras ceutíes,
la tercera llegada masiva de inmigrantes durante el citado
mes y que refresca a los ceutíes que la lacra de la
inmigración ilegal sigue siendo una de las asignaturas
pendientes de España y Marruecos. Este año el incremento
producido de entradas de inmigrantes en Ceuta con respecto a
2012 ha superado el 250%, un dato alarmante que no puede
pasar desapercibido y sin que las autoridades competentes en
la materia no tomen cartas en el asunto para intentar paliar
estos lamentables casos en los que personas, sumida por la
desesperación y la desgracia que están viviendo en sus
países, no dudan en arriesgar sus vidas para intentar
alcanzar la costa de un pais que les acoja y les pueda
ofrecer la oportunidad de vivir como cualquier persona se
merece. Mientras, la capacidad del Centro de Estancia
Temporal de Inmigrantes (CETI) hace meses que se superó y
cada vez son más los problemas existentes para dar cobijo a
los inmigrantes que llegan hasta las costas ceutíes. Si ya
es alarmante el incremento porcentual de subsaharianos
llegados a la ciudad, más alarmante es el número de pateras
interceptadas en aguas del Estrecho de Gibraltar. Esta
situación parece no preocupar a los ceutíes que se
encuentran celebrando masivamente, pese a la crisis, la
Feria de Día que la Ciudad se ha sacado de la manga para
despedir agosto, aunque este evento suponga un importante
desembolso económico que seguramente contribuirá a mermar,
aún más, las ya maltrechas arcas de la Ciudad. Además la
celebración de esta Feria Gastronómica no está recibiendo
muy buenas críticas por parte de los vecinos de los
edificios colindantes a las plazas donde se concentra la
diversión, quienes se quejan del insoportable ruido generado
que no permite descansar además de la suciedad y los
desperdicios que deja un evento de estas características.
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