Dicho y hecho. No ha tardado nada
la Ciudad en ejecutar la rescisión del contrato con Arasti
Barca para ‘La Pecera’, a través de la firma de un decreto
por parte de la Consejería de Hacienda, Economía y Recursos
Humanos. Las numerosas denuncias formuladas a través de
partidos políticos y sindicatos, el continuo supuesto
incumplimiento del contrato parece haber sido el detonante
de una situación que según el PSOE ya avisó antes de que se
le adjudicara el contrato a Arasti Barca, ya que consideraba
que la oferta realizada desde la empresa burgalesa era
practicamente inviable, como finalmente se ha demostrado con
el tiempo. Esta situación y la continua defensa realizada
por la consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu,
con respecto al trabajo realizado desde la empresa
adjudicataria del servicio, llevó a los partidos de la
oposición a criticar con dureza a la responsable del área.
Incluso ayer el lider del PSOE, José Antonio Carracao
manifestaba que la consejera sólo tiene dos salidas, una
disculpa pública y reconocer que desconocía la realidad de
la situación, o dimitir de su cargo por haber mentido a la
población deliberadamente.
El portavoz del Gobierno y responsable del área de Hacienda,
Economía y Recursos Humanos, reprobaba las numerosas
críticas vertidas contra Deu y defendía la gestión realizada
por la consejera asegurando que no ha participado en ningún
sainete. Cierto o no, es verdad que la adjudicación de este
contrato a Arasti Barca fue duramente criticado, y desde
entonces ha venido envuelto en continuas polémicas, y quizás
todas esas denuncias no iban tan desencaminadas cuando
finalmente se ha decidido rescindir el citado contrato, y es
que ‘cuando el rio suena, agua lleva’ y ‘aunque la mona se
vista de seda, mona se queda’. Pese a que el Gobierno local
en muchas ocasiones se apoye en el refrán ‘aunque la razón
patea, la sinrazón triunfando se queda’.
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