El intenso tráfico de vehículos por la carretera de la
frontera que pasaban de Marruecos en dirección al puerto
para embarcar en Ceuta dentro de la fase de retorno de la
Operación Paso del Estrecho (OPE) obligó ayer a que la
Guardia Civil habilitara un carril especial para evitar el
colapso circulatorio por los coches parados a lo largo de la
misma.
Desde primera hora de la mañana de ayer el intenso flujo de
tráfico que circulaba desde la frontera en dirección al
puerto de Ceuta dentro de la fase de retorno de la Operación
Paso del Estrecho (OPE) hizo que se colapsara dicho carril.
La gravedad de la situación llevó a que la Guardia Civil
tuviera que recurrir a reforzar su servicio con miembros de
las unidades fiscal y rural que se unían a las ya
existentes, como la de GRS, con base en Sevilla.
Dentro del operativo la benemérita utilizó la explanada de
la barriada de Juan XXIII como aparcamiento improvisado, que
sirvió para retirar de la carretera a cientos de vehículos.
Desde esa zona se fue dando salida de forma gradual a los
vehículos que pudieran acercarse circulando hasta la zona de
la plaza de África. Paralelamente, se habilitó un carril
señalizado con conos para que pudieran circular aquellos
coches que no fueran a embarcar.
Algunos vecinos de la barriada de Juan XXIII, testigos de lo
que sucedía en el entorno de la barriada, mostraron a este
medio su sorpresa por el colapso y se preguntaban cómo era
posible que los responsables del operativo “no lo hubieran
previsto”.
La indignación de muchos conductores que se vieron obligados
a esperar durante horas en una situación precaria, sin
servicios sanitarios ni otras atenciones, fue grande,
especialmente en aquellas familias que viajaban con niños o
gente de edad.
De manera oficiosa algunos miembros de las fuerzas de
seguridad apuntaron a que la situación se podía haber
producido al darse la circunstancia del Ramadán durante el
mes de agosto, lo que habría llevado a que muchos ciudadanos
marroquíes utilizaran ese mes para su viaje. A ello se
añadiría también la coincidencia de que el día 1 de
septiembre sea domingo y ello permitiese apurar los días de
vacaciones con un festivo para utilizarlo en el regreso.
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