Llega y pasa la primera “gota fría” del verano mediterráneo,
refrescando el ambiente, provocando riadas y desalojando
playas. ¡Con la que está cayendo! A ver si la granizada
calma los ánimos y nos despeja de la estupefacción de ver
cómo la mujer de Bárcenas, la altiva Rosalía, no comparece
ante la citación del juez Ruz “porque no lo considera
necesario” y en lugar de ir a detenerla se obvia la
desobediencia y se la trata con un cuidado exquisito. Con el
cuidado con el que no fueron precisamente tratadas las
esposas e hijas imputadas por derivación de maridos y
padres, en la época en la que Marbella, para nuestro
oprobio, abría los telediarios con sus detenciones
multitudinarias a las que se convocaba a los medios, en plan
“encierro de San Sebastián de los Reyes” y todo esto viene a
demostrar lo de la “igualdad ante la ley” que suena a mofa y
a chascarrillo cuando no a broma de mal gusto.
Gota fría y lluvias torrenciales, volcado de los ordenadores
de Luis Bárcenas y estulticia absoluta ya que una
contabilidad no se traduce jamás en una serie de datos de
cantidades en el “debe” y el “haber” sino que los “recibí”
firmados de puño y letra por parte de los supuestos
beneficiados por los pagos en B son el principal elemento
que sustenta la credibilidad de la versión del ex tesorero.
Ni un tonto de baba entrega dinero sin la firma de un recibo
que acredite la entrega. Y esos recibos se guardan como oro
en paño porque son imprescindibles para apoyar los apuntes
contables. Pero si alguien ha tenido alguna referencia de
“los recibos de Bárcenas” que me informe, de hecho, no ha
aparecido ni uno y el que haya aparecido firmado se
circunscribe a cantidades absolutamente lícitas y para
conceptos concretos.
Artificiosa polémica de desgaste del Partido Popular que
trata de obviar los pequeños pero firmes avances económicos
que se van obteniendo a fuerza de austeridad y sacrificios.
¿De todos? Habida cuenta de las facturas de los fiestones
con los que el sindicato UGT celebraba su particular
concepto de “instrumento para colaborar con la paz social” y
cursos varios de formación, tendencia lúdica y festiva al
parecer seguida por Comisiones Obreras, el afortunado y
privilegiado desmadre sindical corre el riesgo de quedarse
en mera anécdota de esta España de Torrente. ¿Dónde estarán
ahora los jabatos de la Unidad de Delitos Económicos y la
Fiscalía Anticorrupción? ¿Recuerdan ustedes las contundentes
entradas y registros a la luz de las cámaras en la época de
las macrooperaciones en Marbella cuando tuvimos la
oportunidad de ver el interior de las viviendas de los
imputados y de enterarnos que Juan Antonio Roca tenía
enmarcada una lámina de Miró encima de la bañera y del color
de la tapicería de los sillones del salón del abogado del
Valle? ¡Desilusión! Los valientes de la policía y los
fiscales justicieros no nos han permitido observar y
criticar el interior del célebre “Palacete de Pedralbes” ni
llegaron a la puerta los capitonés mandados por el juez para
embargar todo lo embargable en el domicilio de los
Urdangarines (y cosas buenas tienen que tener, no hay duda)
¿Y han irrumpido en alguna de las lujosas casas de Bárcenas
y nos han dado la oportunidad de chismorrear en la sobremesa
de telediario sobre el mejor o peor gusto con el que tienen
decoradas el ex tesorero y la altiva Rosalía (que no
comparece a los llamamientos porque parece no salirle de esa
parte de la anatomía que sabemos que “se lava y se estrena”)
un poner, el buen o mal gusto que preside sus lujosísimas
propiedades con la inmediata intervención de bienes muebles,
objetos de valor y joyas, como hacían en Marbella. Las
diferencias en el tratamiento, crueldad para unos y
exquisitez para otros, chirría tanto que pone en entredicho
el sistema. Tampoco se trata de que la UDEF irrumpa como un
elefante en una cacharrería en las casas de los
sindicalistas de las facturas de festejos y comilonas en
busca de restos de langostinos, embutidos ibéricos,
tortillas de papas y rebujitos, pero en alguna que otra
intervención la admirable juez Alaya de la que miles somos
fans, ha encontrado buenos fajos de billetes amén de estar
oyendo en declaración por el multitudinario tema de los ERE
unas versiones tan de Torrente que vienen a conformar un
fiel retablo de la entrañable España Cañí.
España Cañí que ha provocado la “espantá” de Griñan dejando
nombrada a dedo a una muchacha de desconocido curriculum (lo
mismo nos sorprende y es doctora en ciencias químicas e
investigadora como la Merkel) pero para todos que Susana
Díaz, lo que se dice méritos académicos, doctorados y
excelencia pocos pocos. Griñan “no sabe nada” entonces se
supone que quien lo sabe es Chaves y esperamos con
expectación que sea llamado a declarar en
calidad-de-lo-que-sea por la rigurosa Alaya que no parece
mujer de las que se arredran, ni hembra torticera de
criterio casquivano capaz de funcionar a las órdenes de las
llamadas telefónicas recibidas desde las alturas.
La primera gota fría debería materializarse en paquetes de
recibos firmados bajo el “recibí” de los fantasmagóricos
“sobresueldos” cuyos apuntes atesora Bárcenas, respuesta
legal ante la altivez de Rosalía porque crea el peligroso
precedente de que, cuando cualquier mujer sea llamada por
cualquier juez se niegue a comparecer por analogía a Rosalía
y no puede pasar nada. Y que la UDEF y la Fiscalía
Anticorrupción hagan una inmersión en las facturas de los
sindicatos y se enteren de qué dineros han ido para los
parados y cuales para gambas, salmorejo, fiestorro,
publicidad, cante, baile y pancartas.
La gota fría viene cargadita. Y el cambio climatológico lo
mismo hace que en lugar de granizar lluevan recibos firmados
y langostinos. ¡A saber!.
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