Casi el 9 por ciento de los hogares con algún miembro en
paro están sustentados por un pensionista, lo que supone
casi el triple que los registrados en 2007, cuando este
porcentaje era del 3,6 por ciento; además, las pensiones
suponen la principal fuente de ingresos del 26,8 por ciento
de los hogares. Y esto a pesar de que el 54 por ciento de
las pensiones tienen una cuantía inferior al SMI.
La pérdida de ingresos derivada de los bajos salarios y de
la situación de desempleo de larga duración está produciendo
una transformación de la economía familiar, de manera que
los pensionistas se están convirtiendo en los principales
sustentadores, y en ocasiones, únicos, de las familias. Por
ello, para CCOO, el simple cuestionamiento de la
sostenibilidad del sistema público de pensiones y su
cobertura no sólo pone en jaque el derecho a un
envejecimiento digno y de calidad, sino que en estos
momentos, acaba con el único sustento de muchas familias.
“Los progresivos recortes en derechos de carácter social”,
según denuncia CCOO, “están poniendo en cuestión el derecho
al envejecimiento digno, a lo que hay que añadir la
congelación de las pensiones en 2011 o su incremento por
debajo del IPC en 2013”.
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