Ha empezado la Liga en el Grupo X
de Tercera División. Y la AD Ceuta FC, amén de participar en
el Campeonato, ha conseguido ganar su primer partido frente
al CD Alcalá. Equipo etiquetado como sobresaliente en la
categoría. Albricias.
La categoría en la que juega el equipo caballa es, sin duda
alguna, complicada. Compleja en todos los aspectos. Lo cual
hace que a los directivos de cualquier equipo que compita en
ella haya que reconocerles que tienen un valor desmedido.
Valor desmedido por los muchos inconvenientes que hallan en
su camino. Obstáculos sobrados como para que sus dirigentes
se pregunten, cada dos por tres, quién les ha llamado a
meterse en semejante lío. Lío morrocotudo. Es lo que yo les
digo a quienes, a cambio de disgustos, tan frecuentes cual
capaces de poner al más pintado en su sitio, se empecinan en
no dar su brazo a torcer.
En el caso que nos ocupa, no me canso de propalar que habría
que hacerles un homenaje a quienes ponen al servicio de la
causa su dinero y su tiempo con el fin de que no desaparezca
en la ciudad el fútbol a escala nacional. Y contribuyen a
que se obre el consiguiente milagro sabiendo de antemano que
muchos serán los inconvenientes y pocos los logros.
Desde hace varias temporadas, el fútbol, en cuanto concierne
al primer equipo de la ciudad, ha servido para evidenciar
que nuestro alcalde está deseando que desaparezca. Y a fe
que ha obrado de modo y manera para cumplir sus deseos.
A ver quién es el guapo que se atreve a decirnos que sus
impedimentos contra el Ceuta no han sido todos dispuestos a
fin de hundir al equipo en la miseria de la desaparición.
Tarea que no le ha sido posible lograr porque se ha
encontrado con personas que no desfallecen lo más mínimo. Y
que le hacen frente aun a costa de sufrir persecuciones
varias.
Nuestro alcalde, sometido a sus altos y bajos ciclotímicos
inexplicables pero palmarios, decidió un día que estaba
obligado a ser magnánimo con la Federación de Fútbol de
Ceuta. Por motivos indiscutibles: el presidente de la FFC es
militante del PP, senador suplente y amigo suyo del alma.
Y no dudo en subvencionar a la federación con todos los
dineros que a su vez iba escatimando al primer equipo de la
ciudad. Y lo hizo convencido de que, mediante esa actitud,
no habría nadie que tuviera agallas suficientes para
continuar al frente del Ceuta.
Para estar al frente del Ceuta en condiciones paupérrimas
había que tenerlos muy en su sitio. Y a fe que nuestro
alcalde no esperaba que surgiera esa persona. Cuando
comprobó que se había equivocado. Que sí existía ese
dirigente dispuesto a dar la cara por el bien del fútbol
local, procuró ningunearlo por todos los medios. Putearlo.
Perseguirlo con saña. Y, desde entonces, no ha cesado de
insistir en su acoso y derribo contra él.
Pero hete aquí que el Ceuta, o sea, la AD Ceuta FC, ha
vuelto a formar parte del Grupo X de Tercera División con
una plantilla modesta, cuyos miembros son casi todos
ceutíes. Y, por lo que se barrunta, van a ser capaces de
mantener al equipo en los primeros puestos de la
clasificación. A pesar de los pesares.
Pesares que se pueden traducir perfectamente en tener
asumido que nuestro alcalde no cederá en su empeño de
boicotear el proyecto futbolístico en cuanto esté a su
alcance. Mientras que seguirá enriqueciendo a la FFC. Y
defendiendo a su presidente y amigo: Antonio García Gaona.
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