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					El futuro Museo de la Puerta Califal contará con un 
					material con enormes posibilidades desde el punto de vista 
					didáctico gracias al trabajo que, desde ayer, realiza un 
					equipo de ingenieros de la Universidad de Cantabria. Los 
					especialistas llevan a cabo una modelización tridimensional 
					del enclave de modo que podrán realizarse, por ejemplo, 
					visitas virtuales. 
					 
					Un equipo de ingenieros de la Universidad de Cantabria (UC) 
					comenzó ayer el trabajo de “modelización tridimensional” de 
					la Puerta Califal. Según señaló el director del grupo de 
					investigación que lleva a cabo esta tarea, el profesor Julio 
					Manuel de Luis, se trata de obtener, en formato digital, 
					diferentes modelos en 3D de este conjunto histórico, que 
					tiene como protagonista el acceso principal de la 
					fortificación Omeya (s. X) y se encuentra en estos momentos 
					en proceso de adecuación para convertirlo en espacio 
					museístico.  
					 
					Un modelo tridimensional de estas características tiene dos 
					finalidades fundamentales, indicó el ingeniero, por una 
					parte se emplea en la fase de redacción y ejecución de 
					proyectos de ingeniería en los que la medida de cada objeto 
					que haya en el yacimiento arqueológico o cada elemento sobre 
					el que se interviene durante la obra es “fundamental”. En el 
					caso de la Puerta Califal, este equipo no pudo participar en 
					esta fase, pues la visitó una vez iniciada la obra, por lo 
					que su trabajo servirá fundamentalmente en la creación del 
					museo. 
					 
					Mediante esta tecnología, de reciente desarrollo, se 
					obtendrán, indicó De Luis, “una serie de productos que 
					permiten la explicación al público de forma visual y 
					didáctica”. La Puerta Califal de Ceuta podrá ser visitada de 
					forma “virtual” y además se contará con materiales de 
					exposición como ortoimágenes, infografías o PDF 
					interactivos.  
					 
					Por el momento, se lleva a cabo el trabajo de campo, con la 
					obtención de imágenes mediante un ‘láser-escáner’ capaz de 
					medir mallas de puntos espaciadas un centímetro a razón de 
					dos millones de puntos por segundo. Se trata de una réplica 
					“exacta” de lo que se ha medido, concluye el experto. El 
					tratamiento de estos datos requiere de unos ordenadores “muy 
					potentes”, pues en sólo media tarde de trabajo llevaban 
					recogidos ayer 15 gigas de información. 
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