Cada semana cambia un par de
veces, si es que no alguna más, con lo que uno no sabe, a la
hora de ir a llenar el depósito del coche, si va a tener
suficiente con 40, con 45 o con 60€.
Nunca he entendido en qué bases se apoyan los
distribuidores, o quienes les marquen los precios, para que
sean tal en un día o tal en otro, porque estamos hartos de
haber oído que el precio del crudo, en una fecha determinada
es uno, a los cuatro días ha bajado, luego sube a la semana
y esas bajadas jamás aparecieron en los precios de las
gasolineras.
Me supongo que todo el trayecto, desde que se compra el
crudo, hasta que vas a llenar el depósito, es largo, pero lo
que no se ve con mucha claridad es que en los vaivenes que
hay del precio del crudo a los surtidores de las
gasolineras, sólo llegue la parte más alta.
Ceuta, por aquello de tener unas características propias muy
especiales, no es el lugar de toda nuestra geografía que más
dañe el bolsillo del que va a repostar, pero en cuanto sales
a la Península, desde Algeciras hasta Asturias, te vas a
encontrar con que en cada comunidad autonómica tienes un
precio, dependiendo o no del céntimo sanitario y de otros
rollos que se hayan inventado algunos de los políticos de
turno.
Y hay más, hasta hace dos o tres meses, era el lunes cuando
más convenía repostar, porque el lunes bajaba regularmente
el combustible cada semana. Había que saberlo y el que lo
sabía podía aprovechar.
Con la llegada del verano, esa estrategia cambió y, de
momento, es el viernes cuando más interesa llenar el
depósito, por ser el día en el que se bajan los precios
para, automáticamente, el sábado volver a subir.
El verano, con todo, no ha sido el del tirón hacia arriba y
céntimo arriba, céntimo abajo, lo que te rebajan los viernes
te lo vuelven a subir los sábados.
El precio, a cualquiera de los consumidores, es lo que más
interesa y ese precio aporta unos buenos dividendos
favorables a las arcas de nuestra economía, por ser los
impuestos de estos carburantes una de las bases más sólidas
en la economía del país.
¿Está más caro el combustible aquí que fuera de nuestras
fronteras?. Depende, porque hay países cercanos que tienen
unos precios más bajos que aquí, mientras que otros de los
que nos rodean tienen esos precios mucho más elevados.
Ceuta sí que ha notado esta situación, por cuanto hace un
par de años había gasolineras que hacían a diario “su
agosto”, con lo que se les compraba de Marruecos y hoy, por
el contrario, no hay quien venga del otro lado de la
frontera a comprar, por estar allí el precio más bajo que
aquí, en la mismísima Ceuta. He dicho el precio, lo de la
calidad es otra cosa.
El verano está tocando a su fin, los altibajos de una semana
tras otra no han dado la gran subida, tampoco han rebajado
muchos céntimos. Esto puede servir para los equilibrios esos
que “se venden” al final de año, cuando se habla de las
inflaciones y de las subidas o bajadas. Ya veremos de aquí
hasta que llegue el final de año, pero lo que sí seguiremos
viendo es que los viernes o los lunes, que tanto monta, nos
encontraremos con una mínima rebaja, para que los sábados o
los martes se vuelva a subir.
¿Será esto parte de la globalización de los precios?. Puede
ser.
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