El consejero de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y
Barriadas, Gregorio García Castañeda, ha anunciado el
objetivo de que, a lo largo de esta semana, los voluntarios
del CECAM y demás personas interesadas en el rescate de las
tortugas que quedan atrapadas en las almadrabas, dispongan
ya de un local para un mejor tratamiento y recuperación de
las que se localizan con vida. Además, Marina Hércules, en
el puerto deportivo, ha ofrecido parte de sus instalaciones
para la colocación de una piscina de gran tamaño en el caso
de que se encontraran animales de mayores dimensiones.
La Consejería de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y
Barriadas espera finalizar esta semana los trámites para que
los voluntarios del Centro de Estudio y Conservación de
Animales Marinos (CECAM) disponga de unas instalaciones en
el puerto deportivo.
Lo que pretende el equipo y el consejero del área, Gregorio
García Castañeda, es que las tortugas que se rescatan con
vida después de quedar atrapadas en las almadrabas, puedan
ser tratadas en “las mejores condiciones”.
A pesar de que en un primer momento se plantearan zonas como
San Amaro, el consejero, después de reunirse con los
voluntarios, ha reconsiderado esta opción ya que “sería muy
complicado trasladar a las tortugas”.
Piscina de mayor tamaño
Por eso se trabaja en la habilitación de un local para que
“el grupo cuente con una instalación en la que se coloquen
los depósitos pequeños” -adquiridos por la Ciudad para que
los voluntarios puedan tratar a los animales-. Además, en
este local podría colocarse “todo el material, junto a los
medicamentos para su tratamiento”.
“Es decir, todo lo que conlleva tener a las tortugas en
condiciones”, remarca el consejero. “Lo que queremos es que
el local esté cerca del lugar donde atracan los barcos de
los voluntarios, para que los animales estén cerca del agua
cuando sean puestos otra vez en el mar”, destaca.
García Castañeda también ha mantenido encuentros con los
responsables de Marina Hércules, que se han ofrecido a
habilitar una zona para la instalación de una “piscina de
mayores dimensiones que los depósitos, para que, en el caso
de que se rescate a algún animal de mayor tamaño, puedan ser
tratados ahí”. “La piscina la cedería José Manuel Rivera,
que pertenece a una asociación de buzos”, remarca el máximo
responsable del área de Medio Ambiente.
Solución, esta semana
Por último, el consejero no quiso olvidar el “gran número”
de voluntarios que trabajan para rescatar a las tortugas y
se refirió a los veterinarios “Sonsoles y Álvaro”. “Todo el
mundo está dispuesto a colaborar, incluso también han
prestado su ayuda estudiantes de Biología de la Universidad
de Sevilla, por si fuera necesario la redacción de algún
tipo de estudio”.
El consejero quiere que “en esta semana esté todo resuelto”
y recuerda que “en ningún momento se ha abandonado la
recuperación de las tortugas gracias a este Centro y a los
diferentes voluntarios; han estado tratándolas estos meses y
las han cuidado”, concluye.
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Los voluntarios liberan a una tortuga y rescatan otra
A pesar de haber encontrado a otra
tortuga muerta el pasado sábado, los voluntarios del Centro
de Estudio y Conservación de Animales Marinos (CECAM),
cuando se disponían a soltar a uno de los animales que han
estado curando en estas últimas semanas, rescataron a otra
tortuga, viva, que esperan se recupere “pronto”. Y es que,
aunque se hayan localizado más animales asfixiados por las
almadrabas -incluso algunos con piedras atadas al cuello-,
que vivos, los voluntarios no cejan en el empeño de que las
autoridades se sensibilicen acerca de este problema. La
Consejería de Medio Ambiente, Servicios Comunitarios y
Barriadas se ha puesto a trabajar en colaboración con el
grupo.
La instalación de tres almadrabas en lugar de una en la
bahía sur, como era habitual otros años, ha provocado el
incremento de muertes de estos animales, que ya son más de
medio centenar las que han perdido la vida asfixiadas en las
redes de pesca de la bahía sur.
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