Una vez más queda demostrado que el Gobierno de la Ciudad
carece de criterios uniformes a la hora de tomar decisiones,
según a quién o quienes beneficien o perjudiquen,
continuando con importantes agravios que desde el PSOE de
Ceuta hemos denunciado en varias ocasiones.
La Consejería de Juventud, Deportes, Turismo y Festejos ha
hecho público los criterios y condiciones a los que deben
acogerse los clubes ceutíes que compiten a nivel nacional y
que, bajo el argumento de “potenciar el deporte base y la
transmisión de valores sociales”, condiciona la composición
de sus plantillas si quieren acceder a las subvenciones por
parte del organismo público.
Estas medidas merecen los calificativos de intempestivas,
incompletas y arbitrarias, sin que ello suponga que no
apoyemos totalmente que el trabajo desde la base y que se
denomina de “cantera” se vea recompensado con la
participación de los jugadores ceutíes en los clubes a nivel
nacional, cuánto en mayor número mejor, por supuesto, pero
todo tiene sus matices y consideraciones.
Intempestivas porque el inicio para muchos equipos es
inminente, sin ir más lejos, este fin de semana inicia su
andadura por la Tercera División nuestro máximo
representante futbolístico, habiendo conformado una
plantilla para una categoría difícil y complicada bajo los
criterios que sus técnicos hayan considerado y dónde, por
suerte, por el momento “cumplen” el requisito exigido.
Desconocemos si los equipos ceutíes habían sido previamente
advertidos desde la Ciudad y, de ser así, tampoco entendemos
que se haya demorado en el tiempo el anuncio público de los
nuevos criterios.
Por muchas circunstancias y por las categorías en la que los
equipos intervienen la composición de sus plantillas,
exceptuando al equipo de Tercera División y quizás algunos
jugadores en la Liga Nacional Juvenil de fútbol, es
totalmente de Ceuta y también por deportistas que por su
trayectoria personal o deportiva llevan muchos años
residiendo en nuestra ciudad.
El criterio de que en similares circunstancias un deportista
local frente a un foráneo lo consideramos totalmente
acertado, aunque hay casos puntuales dónde el salto de
calidad del jugador o técnico foráneo es necesario para que
se puedan cumplirlos objetivos. Hay ejemplos claros del que
todos tenemos conocimiento en etapas anteriores y recientes.
Es también una medida incompleta porque no viene acompañada
ni es consecuencia de criterios de colaboración entre los
clubes ceutíes, que en sus distintas modalidades y
categorías, salvo contadas excepciones, buscan objetivos
individuales e incluso compitiendo en la misma categoría. El
papel de la Ciudad como mecanismo de enlace entre los
distintos clubes, a pesar del importante papel económico que
para los mismos supone, hasta el momento es nulo, dejando
pasar una nueva ocasión idónea para, de una vez por todas,
crear y fomentar esa “pirámide deportiva” de la que tanto se
ha hablado y escrito por el momento y que continúa aún sin
ser una realidad.
La ruptura de la filialidad entre los clubes de fútbol sala
es un ejemplo claro de la falta de participación de las
autoridades deportivas en las entidades deportivas y la
exigencia de proyectos deportivos que fomenten estos
objetivos.
Y finalmente, la entendemos como arbitraria porque, si
tenemos en cuenta que no es consensuada, dictando normas
complementarias a la propia Ley de Subvenciones -bajo sus
propios criterios- y que no van a suponer ningún ahorro
económico a las arcas públicas, una vez más son los equipos
quienes se encuentran con más dificultades a la hora de
obtener las subvenciones.
Cuándo no se tiene claro cuál es la diferencia entre el
deporte base y el competitivo se producen este tipo de
medidas.
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