Al menos en los futbolístico, está
en si juega Casillas o si es antimadridista quien dice que
debe o puede jugar Diego López.
La cosa viene de atrás y ahora, cuando ha llegado un nuevo
técnico y ha puesto, inicialmente, a Diego López, los que
parecen ser los ideólogos del casillismo montan en cólera,
no se atreven, todavía, a criticar con acritud a Carlo
Ancelotti, pero poco menos que exigen que tiene que jugar
“por decreto” Iker Casillas.
Estando en su sano juicio, nadie puede decir que Casillas no
es un grandísimo portero, eso es cierto, pero lo que no
puede negar nadie es que la pasada temporada, hasta que se
lesionó, no fue la campaña más brillante del guardameta
madrileño.
Y lo que no puede decir nadie, casillistas o no, es que el
que vino, Diego López, cuando Casillas estaba lesionado, lo
hizo perfectamente.
A partir de aquí, estoy convencido, vamos a oír de todo y de
todo ya se oyó en el Bernabéu, en la noche del jueves, en el
Torneo Santiago Bernabéu, donde un sector muy numeroso apoyó
a uno y otro, igualmente numeroso, apoyaba al otro.
Con esta situación ¿Quién va a salir ganando y quién
perdiendo?.
Particularmente, creo que ganar no ganará nadie y que el que
más tiene que perder, al menos inicialmente, es Iker
Casillas, al que los detractores, que también son muchos, no
le van a tolerar un fallo y no le van a valorar las muchas
cosas buenas que, estamos seguros, va a realizar.
De todo esto la culpa ¿De quién es?. Se me podrá decir que
“del empedrado”, de la falta de otras noticias más
importantes o, para seguir tirándole tierra, del anterior
técnico, José Mourinho.
En realidad y hay que ser sinceros en este terreno, el
asunto se planteó cuando un técnico con personalidad no se
hizo caso de ciertas “opiniones” procedentes de sectores muy
variados de la prensa y siguió con su propia personalidad,
haciendo él las alineaciones que consideraba oportunas, como
no podía ser de otra forma.
Por aquí salió el lío: no concedía entrevistas a diario, no
comía con determinados sectores, mostró, de principio a fin,
su propio carácter y eso no daba titulares, ni llenaba
páginas de periódicos o espacios radiofónicos o televisivos.
Con todo esto, como los periódicos hay que llenarlos y los
programas radiofónicos o televisivos, también, cada uno saca
sus propias conclusiones, cada uno mira para donde más
conviene a los intereses de su medio, muchas informaciones
son sesgadas y la diatriba ahí va a seguir.
Sólo se ha jugado un partido de liga y ya hay lío, a esto se
ha añadido el Torneo Bernabéu y el lío ha crecido, con lo
que cualquiera sabe qué podrá haber una vez que se hayan
disputado media docena de jornadas.
La situación en este capítulo no ha tenido paralelo a lo
largo de muchos años de fútbol y eso que hubo rivalidades en
las aficiones, tirando para un lado o para otro, pero este
caso, si no se corta, o si Casillas sigue sin jugar, puede
superar a todas las demás rivalidades que han existido, a lo
largo de la historia del fútbol, y esto sucedería en unos
momentos en los que el fútbol parece que es el único
aliciente válido de nuestros días.
Es de suponer que con la marcha de la competición haya
noticias más importantes que frenan este debate veraniego.
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