La niebla amparó en la madrugada de ayer la llegada de un
total de 39 inmigrantes de origen subsahariano, que
desembarcaron en la céntrica playa del Chorrillo, en la
bahía sur. Sobre las 7.00 horas el grupo llegaba, tras pasar
por las almadrabas, algo que es complicado en este tipo de
condiciones meteorológicas, a la zona costera. Allí fueron
trasladados por la Guardia Civil hasta las dependencias de
la Jefatura Superior de la Policía Nacional, donde el grupo
fue filiado y después atendido por la organización
humanitaria Cruz Roja, ocho de ellos por heridas leves,
según informó la institución.
Un total de 39 inmigrantes desembarcaron en la madrugada de
ayer en la playa del Chorrillo. El grupo iba a bordo de una
embarcación semirrígida, que llevaba un motor prácticamente
nuevo de 60 cv de potencia y de nueve metros de eslora. La
niebla amparó la llegada del grupo de subsharianos, que
embarracaron en la playa sobre las 7.00 horas. En un primer
momento se especuló acerca de la posibilidad de que hubiera
otro inimigrante más, que habría huído a pie de la zona, con
lo que la cifra se incrementaría a un total de 40. El mal
tiempo permitió esquivar los controles tanto de las
patrulleras marroquíes como de la Guardia Civil. Los
subsaharianos lograron llegar a pesar de las tres almadrabas
y de sus redes, que dificultan las condiciones de navegación
si no se es experto en este tipo de situaciones
climatológicas adversas.
Los inmigrantes dejaron la barca frente al puesto que la
organización humanitaria Cruz Roja tiene en la céntrica
playa de la bahía sur. Algunos vecinos observaron la llegada
del grupo, todos de origen subsahariano. La Guardia Civil
fue la encargada de trasladarlos hasta la Jefatura Superior
de la Comisaría de Policía, ubicada en la calle Colón. Allí
el grupo esperó hasta ser filiado y fue entonces cuando el
ERIE de inmigración de Cruz Roja acudió hasta las
instalaciones de la Jefatura para conocer el estado de los
subsaharianos.
La mayoría de ellos eran jóvenes varones, pero también
llegaron dos mujeres y cuatro menores, estos últimos fueron
los primeros en ser trasladados por parte de los agentes del
CNP. A los menores se les prestó especial atención, tal y
como comprobó EL PUEBLO en el momento de la filiación.
Por su parte, los voluntarios de la organización Cruz Roja
realizaron ocho curas de heridas leves y se repartió ropa
limpia y seca a todo el grupo. Vecinos de lugares cercanos y
viandantes que observaron el ‘desembarco’ de los
subsaharianos, se mostraron “sorprendidos” por la imagen ya
que “no suele pasar por el centro”. Otro residente recordaba
la última llegada de subsaharianos, también amparados por la
niebla, a la playa de Fuente Caballo el pasado día 6, cuando
un total de 26 inmigrantes lograban ‘colarse’, también en
una embarcación con motor fueraborda. Según informaron
fuentes oficiales sobre este suceso, el grupo se dispersó y
se trasladó corriendo hasta las dependencias del CNP, donde
también fueron atendidos por Cruz Roja, e incluso uno de
ellos tuvo que ser trasladado al Servicio de Urgencias con
“signos de agotamiento y mal estado general”.
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La primera llegada con niebla, en Fuente Caballo, una lancha
con motor fueraborda con 26 subsharianos
Tras la llegada de los 26
inmigrantes hasta otra céntrica playa, la de Fuente Caballo,
el pasado día 6, el delegado del Gobierno, Francisco Antonio
González Pérez, explicaba entonces que “desgraciadamente”
tuvieron el “amparo de la niebla para pode rerealizar esta
entrada”, puesto que “habitualmente la patrulla de la
Guardia Civil suele notar este tipo de entradas pero la
niebla ha contribudio a que llegaran a la zona de Fuente
Caballo”. El delegado destacaba en aquel momento, durante el
transcurso de la Operación Fin de Feria, que el número de
plazas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI)
estaba “por encima de las plazas” (512), aunque la cifra
“sólo” se superaba en “alrededor de 25”. Con la llegada de
este último grupo de subsaharianos en la madrugada de ayer,
el número de residentes en el CETI se incrementa de forma
evidente. “La niebla ha permitido que haya sido una entrada
por la ‘puerta grande’”, apuntaba el delegado a principios
de mes. Ni los controles de la Gendarmería marroquí ni de la
Guardia Civil lograron interceptarlos a causa de la densa
niebla.
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