La prohibición del Ingesa de que los usuarios puedan
utilizar el parking del Hospital Universitario y el cierre
también para los usuarios de la única zona que hasta la
fecha podía ser utilizada para aparcar ha vuelto a provocar
las quejas de los usuarios que se desplazan hasta el
Hospital. Ayer, una mujer con su hijo de diez años en
muletas, tuvo que recorrer una larga distancia desde donde
aparcó su vehículo hasta el hospital debido a la decisión
adoptada por la dirección del Ingesa de que ningún usuario
pueda aparcar en alguna de las 400 plazas que el parking del
Hospital Universitario posee.
Es raro el día que, por una cuestión u otra, el Ingesa
siempre está en los medios de comunicación y no precisamente
por el gran grabajo que vienen realizando desde la Dirección
Territorial. En los últimos días se ha criticado a través de
los sindicatos el elevado desperdicio de comida existente en
el Hospital Universitario; otro sindicato también denunciaba
que el gerente del hospital recibía prácticamente a diaro
agua pagada con dinero público mientras el resto de
trabajadores deben costeársela de su bolsillo. También se
criticó la falta de aire acondicionado en las instalaciones,
y ayer numerosos usuarios mostraron su malestar ante la
falta de delicadeza hacia con ellos al no dejar a los que
asisten como pacientes, con diversas patologías, utilizar el
parking del Hospital Universitario, al igual que a los
familiares de las personas ingresadas.
Mariángeles, acudía ayer hasta el Hospital Universitario con
su hijo de diez años, quien se encontraba con la pierna
escayolada. Tras llegar a las inmediaciones del hospital
pudo comprobar que además de no poder aparcar en el parking
del mismo, pese a contar con más de 400 plazas entre las dos
plantas, también se ha vetado la zona de aparcamientos
existentes donde se encuentra la entrada del hospital de
día, reahabilitación o las ambulancias del 061.
La madre del pequeño, que no encontró aparcamiento hasta una
zona bien apartada del hospital, tuvo que ver cómo su hijo,
a pleno sol y con el calor lógico de la época estival, tuvo
que recorrer esa larga distancia con muletas, debiendo hacer
varias paradas durante el recorrido
Mariángeles indignaba se preguntaba, nunca mejor dicho,
“¿quién ha sido el ‘Cabeza’ pensante que ha tenido la genial
idea de no dejar utilizar el parking del Hospital a los
usuarios?”, a la vez que instaba a las autoridades a “tomar
cartas en el asunto para que esta situación no vuelva a
producirse”.
Para la madre del pequeño “los altos cargos del Ingesa no
tienen vergüenza, seguro que ellos tienen su sitio reservado
en el parking, para no tener que recorrer todo el trayecto
que mi hijo y yo hemos recorrido, y además estarán en sus
despachos, haciendo como los que trabajan, disfrutando del
aire acondicionado para no pasar calor, en vez de mirar por
los usuarios, por todas las personas que tenemos que
desplazarnos hasta el fin del mundo, porque es ahí donde
está ubicado el hospital, para que luego no nos dejen ni
aparcar en el parking, ¿qué pasa, por fuerza tenemos que
gastarnos el dinero en taxi o en autobus para no tener estos
problemas?, es vergonzoso y estoy indignada”, insistía.
Mariángeles aseguraba que era consciente que la suya no es
la primera, y espera que tampoco sea la última, queja con
respecto a los aparcamientos del hospital. “En verano ocurre
lo que nos ha pasado a mi hijo y a mi pero en invierno,
cuando lleguen las lluvias y el mal tiempo le tocará a los
pacientes mojarse porque la Gerencia y a la Dirección
Territorial del Ingesa no quiere compartir el parking del
hospital, es preferible que se mojen los pacientes que no
ellos y sus trajes”. Por último, la madre del pequeño
también culpó de esta situación a las máximas autoridades de
la Ciudad, tanto al presidente, Juan Jesús Vivas como al
delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González,
manifestando que “seguro que ellos entran con el coche
prácticamente hasta le misma consulta, y mientras ellos
puedan que los pacientes se busquen la vida, es lamentable”,
concluyó.
|