Caballas considera que la Ciudad Autónoma debería
“rescindir de inmediato” el contrato con la empresa Arasti
Barca, adjudicataria del servicio de gestión de la guadería
La Pecera. Los localistas basan esta petición en el hecho de
haber encontrado “una vez más”, un incumplimiento del
contrato con la administración, al permanecer cerrado el
centro durante el mes de agosto. Para Caballas, Arasti Barca
tiene una actitud “desafiante”, pues “aun siendo sancionada”
demuestra su irresponsabilidad”.
“La empresa Arasti Barca, adjudicataria del servicio de la
guardería ‘La Pecera’, vuelve a incumplir una vez más el
pliego de condiciones contenidas en el contrato suscrito con
la Ciudad Autónoma”. Para Caballas, que ayer denunció esta
situación mediante una nota de prensa, “resulta cuando menos
curioso que durante dos cursos escolares seguidos, la
empresa Arasti Barca no preste los servicios durante todo el
verano, requisito este alegado en la oferta formulada en su
día y que hizo que al final esa propuesta fuera decisiva
para ganar la oferta por mejora de las condiciones y
requisitos del contrato”.
Hasta los miembros de Caballas han llegado, aseguran,
“numerosas quejas de padres y madres que se han acercado a
las instalaciones de la guardería para inscribir a sus hijos
en las actividades veraniegas en el mes de agosto y se han
encontrado con la sorpresa de que durante todo el mes ha
permanecido cerrada y sus trabajadores de vacaciones”.
Caballas ha podido “constatar” estos extremos personándose
en las instalaciones de Juan XXIII durante tres días
seguidos, “dando fe de que el único rastro de niños,
trabajadores y prestación de servicio durante el mes de
agosto es la cantidad de basura y restos de comida en el
patio exterior, que datan como mínimo de julio”.
Desde esta formación, denuncian “la actitud desafiante de la
empresa que, aun siendo sancionada por el mismo motivo,
demuestra su irresponsabilidad y la poca consideración que
tiene a las obligaciones pactadas”. Los trabajadores de esta
y cualquier empresa tienen, señalan derecho al disfrute de
sus vacaciones remuneradas “pero jamás esta circunstancia
puede ser excusa para el cese total del servicio, siendo
compatibles ambas siempre que exista responsabilidad,
organización, previsión y sobre todo voluntad de
cumplimiento de obligaciones”.
Caballas destaca asimismo que la conciliación de la vida
familiar y laboral “supone un derecho necesario para todas
aquellas familias que quieren acceder a la igualdad de
oportunidades ya sean laborales y sociales, la falta de
prestación de este servicio supone un obstáculo en el camino
de la consecución de dichos objetivos y la administración
tiene que ser garante de los mismos implementando los
servicios necesarios y aumentándolos en épocas estivales”.
La consejera de Educación, tan “contenta y satisfecha” con
Arasti Barca, decidió renovar el contrato referente a la
prestación del servicio “manifestando que el mismo sería
realizado debidamente y sin ningún tipo de interrupción,
mostrando su seguridad de que la empresa no volvería a
incumplir sus obligaciones contractuales con el
Ayuntamiento”, recuerdan. Los localistas agregan que
teniendo en cuenta el cierre constatado, “lo más lógico
ahora por parte de la consejera sería mostrar su
insatisfacción a no ser que ya fuera conocedora de que
durante el mes de agosto no iba a prestarse el servicio”.
Para concluir, Caballas afirma que el gobierno de la Ciudad,
“tan preocupado en fomentar, relanzar y ayudar a los
empresarios ceutíes en épocas de dificultad debería dar
ejemplo y rescindir de inmediato el contrato con dicha
empresa y de esta manera responder a las ilusiones, ganas y
seriedad de las empresas ceutíes que optaron a la oferta
pública de prestación de servicios en la guardería La
Pecera”.
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