La siniestra cuenta de tortugas marinas muertas en las
redes de las almadrabas ceutíes aumenta. Con las que ayer se
localizaron, dos ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta),
son la 46 desde el pasado mes de mayo. Ayer hubo por otro
lado suerte, y los miembros del Centro de Estudio y
Conservación de Animales Marinos (CECAM) liberaron a otra.
El número de tortugas marinas que están pereciendo en Ceuta
a causa de las almadrabas crece cada día y suman ya 46 desde
el pasado mes de mayo. Ayer, los miembros del Centro de
Estudio y Conservación de Animales Marinos (CECAM) daban
cuenta de dos nuevos casos. Una de ellas era un ejemplar de
pequeño tamaño, con un caparazón de 36 centímetros, y la
otra apareció en estado de descomposición. Ambas eran
tortugas bobas (Caretta caretta), una especie considerada en
peligro de extinción por la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza.
Tal como informaban los miembros del CECAM, en la misma
almadraba, la que está instalada en el Chorrillo, se pudo
liberar a otro individuo de la misma especie, aunque de
mayor tamaño, un metro.
Ceuta cuenta este verano con tres almadrabas, redes para la
captura de atún que cubren gran parte de la bahía sur y en
las que, tal como denuncian los naturalistas, quedan
atrapados otros peces, ballenas y tortugas.
Tal como publicaba este diario en su edición del pasado día
16, se ha remitido un informe a Ecologistas en Acción, que
ha instado a las autoridades de Ceuta a que se hagan “eco”
de este problema y “consigan frenar estas muertes”, que
consideran un “atentado contra la fauna”, pues las tortugas
están muriendo al ritmo de una por día. Para Juanjo
Villalón, responsable de Medio Ambiente de la organización,
el remedio es fácil, “vigilar de manera periódica las redes
varias veces al día para soltar a los animales varados”.
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