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Hace tan sólo unas horas que Ceuta
se despedía con tristeza de una nueva edición de las Fiestas
Patronales. Una feria que ha estado marcada por las
altísimas medidas de seguridad y que durante cinco días ha
llevado la alegría y la diversión a todos los ceutíes, o
mejor dicho a casi todos los ceutíes ya que desde hace diez
días una madre, una familia ceutí, rota por el dolor, pide
ayuda para que se haga justicia después de haber perdido a
su pequeña Jennifer, de tan sólo siete años de edad, al ser
atropellada cuando cruzaba por un paso de peatones por un
conductor que al parecer tenía prisa por llegar a Marruecos.
Hace tan sólo unas horas que Ceuta se despedía con tristeza
de una feria en la que cientos de trajes de gitana, excepto
uno, realzaban la belleza y alegría de la mujer andalulza, y
es que el traje de Jennifer hace diez días que con tristeza
cuelga en el interior de un armario echando de menos la
belleza, simpatía y desparpajo de una pequeña llena de vida
que no pudo llegar a estrenarlo. Hace tan sólo unas horas
que Ceuta se lanzaba a la calle para recibir a su Patrona,
aclamándola y siguiéndola por cada rincón de su recorrido, y
aunque la imagen se mostraba esplendorosa como siempre,
Santa María de África reflejaba en su rostro el dolor de esa
madre que acaba de perder a su hijo y buscaba con su mirada
a la madre de Jennifer para intentar calmar su dolor y
hacerle saber que desde hace diez días cuenta con una nueva
incorporación entre sus ángeles que a diario le ayudan a
proteger al pueblo ‘caballa’. Hace unas horas que las
Fiestas Patronales de Ceuta pasaron al recuerdo de los
ceutíes que esperan ansiosos la llegada de un nuevo agosto
para volver a salir a la calle y disfrutar de la diversión
de la que ya no podrá hacerlo Jennifer, ya que desde hace
diez días su madre, su familia y sus amigos sólo la pueden
mantener viva a través de los inmumerables recuerdos que les
dejó durante estos siete años.
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OPINIÓN / EDITORIAL
