Media, tan sólo, una verja que
durante años estuvo cerrada y que estos días no está abierta
con la fluidez que algunos hubieran deseado, pero los hechos
recientes, desde Gibraltar, hacen que el ministro de Asuntos
Exteriores se plante y diga:”¡¡Basta ya!!”.
Los hechos consumados, con serios perjuicios para los
pescadores españoles, por ejemplo, no van a ser tolerados y
esa no tolerancia puede llegar a todo, incluso a que los
buques de la Armada Española patrullen en las inmediaciones
del Peñón.
Los juegos, desde el otro lado de la verja, se basan en que
se hayan intensificado y se estén intensificando los
controles en el paso fronterizo, algo que tiene que
resentirse en el interior del Peñón.
Gibraltar ha dado un paso en falso y al ministro español
parece que no le va a ir temblando el pulso al aplicar todo
lo que dentro de las leyes internacionales se marca.
El control aduanero, al no pertenecer Gibraltar al espacio
Schengen se va a aplicar sin fisuras y a partir de aquí
todas las medidas que coloquen a cada uno en su sitio, tras
haberse saltado a la torera por parte de Gibraltar una
tranquilidad que ha perjudicado muy especialmente a los
pescadores.
En estos momentos las cosas han cambiado, respecto a otros
momentos de la historia, y el problema de Gibraltar es
importante, por cuanto se están resquebrajando las
relaciones de dos países que, de una forma o de otra,
necesitan complementarse. Eso es un hecho que lo deben
entender en la colonia y lo entiende, también, España.
Y es que hoy, el Peñón de Gibraltar, para Inglaterra, ya no
tiene la importancia que tuvo, desde una perspectiva
militar, pero sí tiene una gran importancia, desde una
perspectiva económica.
Y aquí es donde les duele, en estos instantes a los
ingleses, porque se están tomando unas medidas que lo que
hacen es controlar el tráfico dentro-fuera, o fuera-dentro,
de muchos miles de euros o de libras, dinero negro que
molesta terriblemente al gobierno inglés.
Aquí es donde está el verdadero interés de la colonia del
Peñón para Inglaterra, el negocio que hay, con ese dinero
tan difícil de controlar.
Y hoy puede ser el mejor momento para cortar estas
situaciones, en una coyuntura económica que obliga a cada
paso a millares de españoles a hacer grandes esfuerzos, en
tanto que queda claro que Gibraltar es un pozo sin fondo en
la evasión fiscal.
La Agencia Estatal de Administración Tributaria vigilará
implacablemente los intentos de evasión fiscal a través de
sociedades intermediarias y al no formar el Peñón parte del
Espacio Internacional Schengen, España está obligada a
realizar controles de documentación y mercancías de
naturaleza policial y aduanera.
Esto, naturalmente, se dejará notar muy pronto, porque
desestabilizando el Peñón, sus capitales no tardarán en huir
a otras partes.
Y hay quien habla de cierres de la verja, o de que nunca
debiera haberse abierto, pero ahí no está el problema, sino
que donde podría residir dicho problema es en que se cerrara
la verja virtual de internet y todo lo que lleva consigo.
Un cierre de la verja financiera, turística o fiscal,
cerraría totalmente uno de los paraísos fiscales más claros
de los existentes en el mundo.
España puede y debe apretar el cerco contra el juego online
del Peñón.¿Dónde terminará esto?.
|