En otras ocasiones, con motivo del
enfrentamiento de los líderes del Partido Popular y del
PSOE, me he permitido hacer una crónica de los mismos en
clave boxística, como consecuencia del Pleno del Congreso de
los Diputados del pasado jueves, en el que se enfrentaban,
como combate de fondo, dos púgiles, si no de la categoría de
Mohammad Ali o Geoge Foreman (los dos ex-campeones del mundo
de los pesos pesados), si por lo menos destacados en su
categoría de “pesos libres”, los llamados Mariano Rajoy vs
Alfredo Pérez Rubalcaba, quedando todo ello en una “pelea”
en la que los dos contendientes, aun no siendo tan
destacados como sus predecesores en estas lides (léase, por
ejemplo, Felipe González o José María Aznar), fueron
verdaderos exponentes de la osadía, intrepidez o descaro que
los caracteriza, ofreciendo un enfrentamiento atrayente que
mantuvo el interés de los espectadores hasta la última
campanada.
Aquí no se trataba de jugarse el cetro mundial de los
pesados y si, más bien, de vencer por la vía rápida o
inferioridad al contrario con una táctica muy estudiada y
empleada por los dos contendientes llamada Luis Bárcenas.
Uno lo utilizó durante varios asaltos para defenderse (Rajoy)
y el otro para atacar constantemente por este flanco que
estimaba vulnerable en su oponente, produciéndose toda clase
de fintas, amagos y golpes, algunos bajos, no permitidos por
el reglamento, pero es utilizaron.
La primera andanada de golpes la tira Rubalcaba, después de
los tanteos iniciales siempre con la izquierda por delante,
en los que Mariano Rajoy se “luce” con una serie de fintas
propias de un avezado luchador: “Rajoy hace daño a la
democracia”. ”¿Como puede creer que Bárcenas falsificara
durante 20 años la contabilidad del Partido Popular por lo
que pudiera pasar?”. “Los SMS hablan por si solos” y otras
menores acometidas que solventa, siempre con una guardia muy
apretada, es decir recibiendo golpes al hombro y a los
codos, o sea, nada en los flancos o mentón (que es donde mas
daño hacen). Por su parte, Mariano Rajoy se destapa con
referencia, por primera vez en esta legislatura, al púgil
que durante muchos años ha pisado con él el gimnasio de la
calle Génova, siempre escondiéndole las tácticas contables
que le posibilitaban conseguir estupendos resultados sin
necesidad de exponer su físico en peleas políticas que a
nada conducen. Y al Sr. Rubalcaba le lanza un golpe directo
a la prominencia de la mandíbula inferior respondiéndole a
su petición de dimisión: “¡NO!, porque la pobreza de sus
argumentos y la fuerza de sus razones hacen que ni siquiera
considere esa responsabilidad. ”Porque, por otra parte,
habría que ver a quien ponen de candidato, que programa
tienen y con cuantos escaños cuentan”. ”Porque no tengo
constancia alguna que mi partido se haya financiado
ilegalmente. Del suyo, Sr. Rubalcaba, si lo han dicho los
tribunales”.
A la contra Rubalcaba ataca de nuevo: “desde el caso Gurtell
no han hecho otra cosa que mentir”. “Rajoy es un problema
para la democracia española (golpe que repite) y además no
ha hecho mas que agravar la crisis del país”, empleando, de
nuevo la izquierda, en uno de sus últimos coletazos, para
anunciar que el PSOE no renuncia a presentar una moción de
censura. “Hay quien quiere convertir el Parlamento en una
enorme comisaria”, contraataca Mariano haciendo referencia a
golpes de Rubalcaba, cuando personas de su partido estaban
implicados, inculpados, citados en juicio oral e incluso
condenados por financiación ilegal”.”
Y sigue Mariano Rajoy con su retahíla de golpes entre los
que sobresalen los de “sostenibilidad de las pensiones y la
reforma fiscal” (dos de las reformas mas importantes para el
futuro de nuestro país)… “El gobierno, continua, a pesar de
esta situación, sigue gobernando; el gobierno ha marcado el
rumbo y no queda duda de que aquí volverá el crecimiento y
el empleo mas pronto que tarde. El Sr. Rubalcaba ha dado
muestras de su irresponsabilidad manifiesta habiendo roto
las relaciones con el Gobierno de España que impiden renovar
los organismos constitucionales como el Consejo General del
Pode Judicial…”
Lo relatado, no es todo lo que dio de sí el esperado
combate, aunque es lo suficiente, creemos, para dejar
constancia de algunos pasajes De este enfrentamiento en el
que Mariano Rajoy consiguió el aplauso unánime de sus
simpatizantes, bajando del cuadrilátero con la expresión
propia de un ganador que ha cumplido con su deber mientras
Pérez Rubalcaba descendía cariacontecido reflejando en su
rostro la confusión, el desorden y el aprieto o efugio sin
evasiva al que le sometió su rival, ya mas avezado en
confrontaciones de este tipo.
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