Ellos saben que ser scouts no tiene nada que ver con la
imagen estereotipada que aún hoy en día algunos se empeñan
en seguir proyectando. De hecho, de la última polémica
suscitada con el ‘reality show’ de Telecinco ni siquiera se
habían enterado (La cadena televisiva emite en su temporada
estival un programa titulado ‘Campamento de verano’, en el
que los participantes imitaban una imagen distorsionada de
los scouts. Tras las protestas de estos grupos juveniles -ASDE
(Asociación Scouts de España) y MSC (Movimiento Scouts
Católicos)-, la cadena pidió perdón y rectificó el nombre de
‘scouts’ por el de ‘exploradores’). Ellos, ocho chavales y
dos monitores pertenecientes al grupo ‘San Francisco de
Sales‘, de Armilla (Granada), saben lo qué es ser scouts
porque todos llevan en el movimiento juvenil desde que no
sabían ni atarse los cordones de los zapatos.
Pero Ana (dos Anas), María, Roberto, Dani, Julia, Fran y
Pablo ya no son niños. Tienen entre 17 y 19 años y han
aprendido que se puede combinar la diversión con la
solidaridad. Por ello, su ‘empresa’ ha sido ayudar al
personal de Cruz Blanca en la atención a los 38 residentes,
en sus primeros días en la nueva casa, a la que se
trasladaron el 16 de julio. Son ‘rovers’, que es como se
denomina a la última etapa -antes de pasar a ser monitor (scouters)-
del ‘escultismo’, un movimiento con más de cien años de
historia.
En esta etapa (también llamada ‘rama’), los integrantes
deben proponerse una actividad solidaria a la que se le
denomina ‘empresa’. Los Scouts del ‘San Francisco de Sales’
quisieron combinar el interés de conocer Ceuta -ninguno de
ellos había estado antes en la ciudad autónoma- con la
intención de ayudar en la residencia ‘Nuestra señora de los
Ángeles’, en el Sardinero.
Pero para llegar a Ceuta -el pasado lunes- han tenido que
recaudar suficientes fondos. Han vendido silbatos, han hecho
‘extrajobs’ y han puesto una barra en las fiestas de su
pueblo. “Al mínimo esfuerzo, sacar el máximo dinero
posible”, apuntan. Finalmente consiguieron el dinero, tanto
para irse de campamento de verano como para viajar a Ceuta.
“Les hemos ayudado a limpiar, en la lavandería, hemos dado
las comidas, hemos hecho talleres de dibujo y plastilina con
ellos”, explican los chicos a EL PUEBLO, que destacan el
“trato” tan “estupendo” que les han dado los trabajadores,
voluntarios y hermanos de Cruz Blanca. En la residencia han
dormido y comido, les han preparado los bocadillos para ir a
la playa, y como ‘fin de fiesta’, los scouts acudieron con
los residentes y el personal a celebrar una cena en la
feria.
“Han sido unos días muy gratificantes, pensábamos que iba a
ser más aburrido y duro, y sin embargo nos lo hemos pasado
muy bien”, destacaron los chicos a EL PUEBLO. Apuntaron
también que “se les coge cariño muy rápido”. También les han
acompañado los scouts de Ceuta y no descartan que con el
“boca a boca”, otros grupos de Granada quieran hacer
voluntariados en Cruz Blanca. Al fin y al cabo, el “servicio
al prójimo” es uno de los “principios” de la Ley Scout,
donde “servir” y “siempre listos” son mucho más que lemas.
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