La subvención ilegal de los
partidos, el cáncer de la democracia. Y aquel partido que
éste libre de ella que tire la primera piedra. Acabemos con
las subvenciones, pero con todas ellas y habréis dado un
paso de gigante para acabar con toda esas enormes
corrupciones que azotan a España, y que por culpa de ella la
clase política está tan deteriorada, hasta llegar al extremo
que es una de las más grandes preocupaciones de los
españoles.
Las subvenciones son la base principal sobre la que se
sustentan las corrupciones. Por eso hagamos una ley donde
tanto partidos políticos, sindicatos y Confederación de
Empresarios, se financien con las cuotas de sus afiliados.
Si esa ley se lleva a cabo, adiós a las subvenciones y, por
tanto, adiós a la base sobre la que se sustentan las enormes
corrupciones que azotan a España.
Tomemos el sistema de los americanos en las campañas
electorales, donde se organizan cenas y espectáculos, y todo
el que sea simpatizante de ese partido, acude a los mismos
aportando, a veces, una buen pasta por el cubierto. Dejemos
que cada uno con su dinero haga lo que le venga en ganas,
aportando la cantidad que crea conveniente, y no una
determinada cantidad, al partido por el que siente simpatías
o sea afiliado al mismo.
Por qué razón se tiene que delimitar a cierta cantidad de
dinero cuando eso es, precisamente, lo que da lugar a muchas
de las corrupciones que tenemos en nuestro país. No hay más
cera que la que arde, el que quiera partidos
políticos,`sindicatos, Confederación de Empresario o lo que
sea que lo pague de su bolsillo, a igual que si alguien
quiere ser socio de un equipo de fútbol, baloncesto u otra
cualquier sociedad, lp tiene que pagar de su bolsillo. ¿O
no?
Por qué razón los partidos políticos, dependiendo del número
de diputados que consiga en cada una de las elecciones,
tienen que recibir millones de euros salidos del bolsillo de
todos los españoles, principalmente de los que menos tenemos
que, por cierto, somos los que estamos pagado la crisis
española. Hasta nos han puesto un impuesto del 20% sobre los
diferentes premios que se puedan alcanzar en las distintas
rifas que se efectúan en España, en cuanto el premio pase de
los 2.500 euros.
Sobre quiénes recaen este impuesto, la duda ofende, sobre
los mismos de siempre, los que menos tenemos, porque a los
diferentes sorteos que se realizan, quienes más juegan, con
la ilusión puesta en tratar de salir de pobre, somos los
pobres.
Está de una claridad meridiana, que éste impuesto, una vez
más, recae sobre los que menos tenemos, porque lo ricos,
juegan a otras cosas que le deja mayores beneficios y sin
necesidad de pagar impuesto alguno.
Vayamos a una democracia real cambiando, de una vez por
todas, el sistema electoral. Un sistema electoral caduco y
trasnochado, donde algunos partidos sólo se presentan en su
Comunidad Autónoma, y sacando menos votos, consiguen más
diputados que aquellos partidos que se presenta en todo el
territorio nacional. Vayamos a las listas abiertas que es la
democracia real o al menos, vayamos a una segunda vuelta,
donde se eliminen a aquellos partiditos que nada aportan.
Tranquilos no caerá esa breva. No les interesa a los mandas.
|